Incierto futuro del CDI
Seguramente el paso de los días permitirá un análisis más claro de la inesperada crisis institucional por la que hoy atraviesa Club Deportes Iquique. Luego de altos y bajos deportivos, en 2024 el club ascendió a la categoría de honor y tras una destacada campaña clasificó a la Copa Libertadores de América. Al mismo tiempo, la tienda celeste se consolidó como un referente de la ciudad, empinándose incluso como la mejor plaza regional del balompié local, esto producto del alto interés que mostraron los hinchas por asistir a un renovado estadio Tierra de Campeones.
Sin embargo, tras los graves, inaceptables y bochornosos episodios del domingo, cuando un grupo de aproximadamente 20 encapuchados sobrepasó las medidas de seguridad, llegó hasta la mitad del campo y encaró a los integrantes de la oncena celeste, todo tomó un rumbo distinto, perjudicando al club e incluso a la imagen de la ciudad.
A la suspensión del encuentro entre CDI y Unión Española, sobrevino una noticia que sin duda impactó a la región: la sociedad anónima controladora de la concesión del club anunció la venta de sus acciones, argumentando en un comunicado que "esta difícil decisión busca asegurar la sostenibilidad y el crecimiento futuro del club, permitiendo que una nueva administración pueda aportar una visión renovada para continuar con el legado y la historia que caracteriza a Deportes Iquique".
Más allá de las razones de fondo, es importante destacar los avances que alcanzó el CDI en los últimos años. Luego de salir de un oscuro periodo que incluso terminó con el club en la tercera división, los actuales controladores lograron ordenarlo y reposicionarlo tanto a nivel local como nacional. Y aunque el deporte siempre es de momentos y se debe convivir con victorias y derrotas, lo cierto es que Iquique se llenó de camisetas celestes, la comunidad reconoció la gestión de los dirigentes -iquiqueños por cierto- y su trabajo incluso fue destacado más allá de las fronteras de Tarapacá.
En ese sentido, parece incierto lo que vendrá a futuro y solo queda esperar que el CDI no sufra la experiencia de otros clubes regionales, con dueños ausentes y sin ningún apego local.
Mientras todo eso ocurre, las autoridades deben determinar la identidad de quienes ingresaron al campo de juego y amenazaron a los jugadores. Aquello es un delito y como tal debe ser sancionado.
"Los actuales controladores lograron ordenarlo y reposicionarlo tanto a nivel local como nacional".