Crisis de salud mental en el norte
Los hallazgos del 10° Termómetro de la Salud Mental Achs-UC han vuelto a poner sobre la mesa un problema cada vez más urgente: la salud mental en el norte del país está en crisis.
Con un preocupante 32,7% de la población mostrando síntomas moderados o severos de ansiedad, estas cifras superan con creces a las de las zonas centro y sur, evidenciando una situación que no puede seguir siendo ignorada.
Las razones detrás de este fenómeno son multifacéticas. La incertidumbre (en el sentido amplio del concepto), la inseguridad se posicionan como las principales fuentes de estrés para los habitantes de Arica y Parinacota, Tarapacá, Antofagasta, Atacama y Coquimbo.
El crimen organizado y la delincuencia han creado una atmósfera de temor constante, afectando la tranquilidad y calidad de vida de la población.
Pero no solo la seguridad inquieta a los nortinos: el cambio climático, las proyecciones económicas y la incertidumbre sociopolítica también contribuyen a esta crisis emocional.
Un aumento relevante en las regiones nortinas fue la depresión, que pasó de un 13% en la medición anterior a un 16,1% observado en esta décima ronda del Termómetro de la Salud Mental Achs-UC .
El impacto de este deterioro en la salud mental se refleja en el alza de licencias médicas emitidas por trastornos ansioso-depresivos. Este aumento no es casualidad, sino el resultado de una acumulación de factores de estrés que han convertido la ansiedad y la depresión en problemas endémicos de la región.
La décima versión del estudio también incluyó un apartado sobre el agotamiento en el trabajo en los últimos 12 meses. Los resultados mostraron que el 32,6% de las personas ocupadas del Norte del país dijo "muchas veces o siempre" sentirse agotada al final de su jornada laboral.
Es urgente que se tomen medidas concretas para abordar esta crisis silenciosa. No basta con diagnósticos y estudios, se requieren políticas públicas que aseguren acceso oportuno a atención psicológica y psiquiátrica, así como estrategias que reduzcan los factores de estrés que aquejan a la población.
"Es urgente que se tomen medidas concretas para abordar esta crisis silenciosa. No basta con diagnósticos y estudios".