Ausentismo escolar
A poco de iniciar un nuevo año escolar, los establecimientos educaciones de la región enfrentarán nuevamente el desafío de reducir el ausentismo crónico, un problema que afecta de distintas formas el proceso de enseñanza aprendizaje.
La pandemia, la migración y otros factores sociales marcaron un fuerte incremento de este indicador, lo que claramente también contribuyó a aumentar la brecha educacional entre los planteles. Y aunque durante los últimos años se evidenciaron mejorías, el fenómeno sigue preocupando.
De acuerdo al último informe de la Fundación Presente en su Reporte de Asistencia y Ausentismo Crónico 2024, elaborado con datos del Centro de Estudios del Ministerio de Educación (Mineduc), de los 944.238 estudiantes a nivel nacional que tenían ausentismo crónico en marzo de ese año, el 75,9% mantuvo esa condición hasta noviembre. En otras palabras, más de 716 mil estudiantes presentaron inasistencia de al menos 10%, lo que equivale a faltar aproximadamente a un mes de clases, ya sea de manera continua o intermitente, con o sin justificación. En el caso de Tarapacá, el ausentismo crónico llegó a 46,9%, mientras que la asistencia a clases fue de 86,5%.
Otro dato importante a nivel local aportado por el Mineduc, dio cuenta que en 2024 la Región de Tarapacá registró 21,6% de inasistencia grave, es decir, estudiantes con asistencia entre el 50% y 84% de las clases programadas.
Desde el año 2022 el ministerio trabaja con el Plan de Reactivación Educativa, herramienta que apunta a favorecer la asistencia. En ese contexto, es importante potenciar dicha iniciativa y sumar mecanismos que permitan generar un mayor interés de las familias, las que sin lugar a dudas juegan un rol clave para combatir el ausentismo crónico.
El colegio no debe ser solo un lugar donde se imparten asignaturas, sino que un espacio donde niños y jóvenes se sientan a gusto, acogidos y parte de la comunidad.
La mayoría de los indicadores educacionales en Tarapacá son bajos, situación que se repite año a año. Si a eso se suma la inasistencia a clases, el camino para mejorar será más complejo y las brechas se harán más extensas.
"En el caso de Tarapacá, el ausentismo crónico llegó a 46,9%, mientras que la asistencia a clases fue de 86,5%".