Accidentes e interrupciones eléctricas
La conducción descuidada sigue siendo una de las principales causas de interrupción del suministro eléctrico en Chile, generando consecuencias que van más allá de los accidentes de tránsito. Datos entregados por CGE durante enero y que apuntaban al cierre de las evaluaciones de 2024, dieron cuenta que en su zona de concesión que abarca desde Arica y Parinacota hasta La Araucanía, se han registrado 3.575 accidentes que involucran daños a la infraestructura eléctrica en el último año, afectando a más de 2,5 millones de clientes.
En el caso de la Región de Tarapacá han sido afectados más de 128 mil clientes producto de interrupciones de energía provocadas por choques a postes de la red eléctrica en las comunas de Iquique, Alto Hospicio, Pozo Almonte, Pica, Huara y Colchane. En total han sido derribados más de 150 postes. La cifra a nivel nacional es aún más preocupante: más de 10.250 postes han sido derribados en los últimos tres años, generando interrupciones prolongadas del suministro eléctrico y afectando el desarrollo de actividades diarias de miles de familias y empresas.
Este problema no solo afecta la calidad y continuidad del servicio eléctrico, sino que también representa un costo significativo en recursos técnicos y humanos. Según CGE, la reconstrucción de la infraestructura dañada por estos accidentes demora entre seis y ocho horas por evento, lo que implica un esfuerzo operativo enorme para restablecer el suministro lo antes posible.
Las campañas de concientización impulsadas por la distribuidora buscan generar mayor responsabilidad entre los conductores, pero la solución no puede recaer solo en una empresa. Es clave que la comunidad en su conjunto tome conciencia del peligro de la conducción imprudente y la necesidad de manejar con responsabilidad.
La frecuencia con la que ocurren estos accidentes exige un esfuerzo coordinado entre autoridades, empresas y ciudadanía para implementar medidas que reduzcan estos incidentes. Desde sanciones más severas hasta el fortalecimiento de la educación vial, el objetivo debe ser claro: no solo prevenir accidentes, desde leves a fatales, sino que también resguardar la calidad de vida de miles de personas.
"En el caso de la Región de Tarapacá han sido afectados más de 128 mil clientes producto de interrupciones de energía provocadas por choques a postes".