Músicos interpretan obra inspirada en jóvenes asesinadas en Hospicio
La agrupación Memorias de Tarapacá está en proceso de masterización de su obra "Un canto para los ángeles".
El grupo musical Memorias de Tarapacá se encuentra en proceso de masterización de su última cantata popular Un canto para los ángeles, obra que está inspirada en las familias de las jóvenes asesinadas de Alto Hospicio.
Esta agrupación se dedica a rescatar historias locales que "sin importar color político, religión, ni etnia", partió explicando Omar Contreras, profesor de música, compositor y director musical de Memorias de Tarapacá. "busca traer nuevamente al recuerdo las historias y acontecimientos que marcaron a Iquique y la Región de Tarapacá, para concientizar que las generaciones aprendan que hay ciertas heridas que no pueden volver a ocurrir, porque de forma concreta este episodio fue la seguidilla de femicidios más grande que Chile ha sufrido, fueron 14 víctimas y pudieron haber sido muchas más".
Sobre la génesis de este trabajo musical, Contreras, confirmó que lo empezó a idear y componer tanto en letra como música en 2013, cuando vivía en Francia. "Aquel periodo duró al menos hasta 2017, que fue cuando ya tenía un poco el bosquejo general. Desde allá me comuniqué con algunas personas involucradas de la historia, algunos como representantes de las madres de las víctimas, familiares directos, policías, fiscales, abogados e investigadores privados de la época que me sirvió en algún punto para comprender lo que era estar frente a esta historia y que la parte humana de lo que pasó sigue viva".
"En este proceso de recopilar información, en ningún momento caigo en el juego de hacer lo mismo que hicieron las autoridades y el Estado de Chile de esa época, que fue la estigmatización de mujeres de una ciudad satélite, tampoco abordo quienes eran o a qué colegio iban, simplemente se abordan las letras desde la perspectiva de las madres que buscan a su niña, describimos el tiempo, espacio y nos preguntamos, por qué esto ocurrió acá en medio del desierto y lo describimos para que la gente se interiorice en este escenario", recató el director.
Sobre esta labor, el profesor de música, no ocultó que fue delicado. "No fue fácil, porque en un momento fui abriendo fibras que aún están sin sanar y si la gente piensa en comparar con el reciente aniversario, que fue en diciembre, de la Matanza de la Escuela Santa María, es más difícil aún, porque acá las protagonistas siguen estando vivas, vigentes y cargan con todo ese pese".
Un Canto Para Los Ángeles dura aproximadamente una hora y se compone de 14 canciones, entre oberturas, preludios y canciones cantadas.
Sobre su composición, el director musical de Memorias de Tarapacá, detalló que "el formato es muy similar a la cantata de la Matanza de la Escuela Santa María, ya que rápidamente descarté que esta fuera una obra que cuente una historia cronológica, para tratar de explicar cómo pasó esto, sino que se asume que está pasando a diferentes padres y madres y allí empecé a sacar canciones, poesía, y buscar la rima y luego a componer la música que va acompañando, a veces los instrumentos solo, canciones instrumentales, a voces canciones cantadas".
Ante el futuro de la obra, Contreras, puntualizó que grabaron dos presentaciones en el Salón Tarapacá durante noviembre y "estamos en la masterización y en la edición del material profesional, para de aquí a un corto tiempo publicarlo en las plataformas de forma gratuita. Nosotros no queremos lucrar con este material, sino hacer memoria y sí estamos buscando la posibilidad de presentar esta cantata durante el verano y estamos en conversaciones con la Municipalidad de Iquique, Gobierno Regional o de Particulares para presentarla al turista en grandes escenarios, porque pienso que aparte de que se presenten músicos locales, también es necesario que en Iquique se haga cultura y folclore desde el territorio".
"Las generaciones aprendan que hay ciertas heridas que no pueden volver a ocurrir".
Omar Contreras,, director musical de Memorias de Tarapacá