Aún hay 178 viviendas dañadas por el terremoto 2014 que esperan arreglos
Dueños viven un verdadero drama, ya que sus hogares tienen daños graves. Según Serviu los últimos casos se verán el 2025.
A una década del terremoto de 2014, 178 viviendas damnificadas aún no tienen su infraestructura reparada. A pesar de los avances reportados por el Servicio de Vivienda y Urbanización (Serviu), que asegura haber cerrado el 98% de los casos con subsidios entregados, persisten problemas técnicos, financieros y administrativos que mantienen a los afectados en sin soluciones para sus viviendas.
Edith Gallardo, representante de 15 familias del sector Pozo Almonte en Iquique, explicó que muchos hogares presentan daños estructurales graves, como socavones, quebraduras en las paredes y deslizamientos.
A pesar de algunas reparaciones mínimas realizadas por los propios vecinos, la situación sigue siendo crítica.
"Todos estamos viviendo acá, porque nunca nos fuimos ni arrendamos, pero las condiciones son difíciles. Las casas ya no van a aguantar", señaló Gallardo.
Los afectados recibirán en marzo de 2025 una giftcard de 400 unidades de fomento (más de $15 millones) para reparaciones, pero este monto, según Gallardo, no es suficiente.
"De ese total, 100 UF son para mano de obra y 300 para materiales, pero el dinero no alcanza para cubrir los costos de los daños estructurales ni para contratar maestros", añadió que los vecinos comparten un sentimiento de desconfianza.
En la población Elena Caffarena, Luisa González, representante de la Junta de Vecinos, denunció que todo el sector aún no logra la reconstrucción de sus viviendas.
Según González, los daños incluyeron desplazamiento de muros y demolición parcial de estructuras, pero el proyecto ha enfrentado múltiples trabas administrativas.
"Han pasado 10 años y seguimos sin avances concretos. Este nuevo director del Serviu se comprometió a estar encima de nuestro proyecto, pero no vemos resultados. Muchas familias tuvieron que ir a vivir a Alto Hospicio con subsidios pero la realidad de hoy no nos permite vivir con eso", expuso.
González también criticó que, debido a errores administrativos, incluso se construyó un muro de contención sobre una matriz de agua potable, complicando aún más la reconstrucción.
La dirigente expresó que tienen un sentimiento de angustia por años. "Yo estoy con tratamiento psicológico, porque ha sido eterno, y la respuesta negativa del Serviu ha sido permanente", añadió que, aunque en múltiples ocasiones les han prometido reparaciones, estas aún no se han materializado.
Desde el Serviu explicaron que de los 13.000 subsidios otorgados tras el terremoto, el 98% de los casos están resueltos, pero aún quedan 150 viviendas en proceso y 28 sin inicio de obra. Entre las principales dificultades mencionaron la quiebra de empresas constructoras y entidades patrocinantes, permisos que han caducado por el paso del tiempo y problemas técnicos en viviendas ya intervenidas.
"El cierre total de los casos vinculados al terremoto de 2014 está proyectado para el año 2025", indicaron desde la institución.