La crisis migratoria y el costo de premiar la ilegalidad
Un senador de Santiago recientemente volvió a impulsar la propuesta de regularizar a cientos de miles de migrantes que ingresaron clandestinamente a través de Bolivia. Esta medida, que se está analizando para después de las elecciones de octubre y que cuenta con el apoyo del oficialismo y sus alcaldes, es un error y una falta de respeto hacia los ciudadanos chilenos y migrantes que cumplen con nuestras leyes.
Es inconcebible que se busque premiar a quienes ingresaron ilegalmente al país, dándoles acceso preferencial a educación, salud y empleo, sin cumplir los requisitos básicos que otros deben respetar. Hoy los chilenos vemos con frustración cómo el gobierno prefiere el camino fácil de una regularización masiva en lugar de establecer una política migratoria justa y responsable.
El gobierno, con excusas como el cierre del consulado venezolano, busca evadir su responsabilidad de gestionar eficientemente la migración irregular. Este cierre no puede ser una excusa para dejar de expulsar a quienes no cumplen con la ley. Es evidente que, bajo la administración actual, la migración descontrolada se ha convertido en la norma, con 115 mil ingresos ilegales desde el 2022. Con 30.000 órdenes de expulsión pendientes y la incapacidad de llevarlas a cabo, es claro que el Ejecutivo no tiene la voluntad política de enfrentar el problema, cuando podría expulsar por tierra vía Bolivia y Brasil, países que no solicitan visa a ciudadanos venezolanos y tienen representación consular de ese país que puede validar la identidad de los extranjeros que ingresaron ilegalmente a Chile.
Lo que necesitamos no es más de lo mismo. No necesitamos regularizar a todos los que ingresaron clandestinamente, sino un plan claro y concreto que disuada el ingreso ilegal. Debemos presionar para que quienes están en situación irregular abandonen el país voluntariamente, y quienes deseen venirse, lo hagan cumpliendo con las normativas vigentes. Chile necesita una política migratoria seria, firme y justa, que priorice la seguridad, el orden y el respeto a nuestras leyes. Es momento de actuar con responsabilidad y proteger a los ciudadanos que han construido este país.
"Chile necesita una política migratoria seria, firme y justa, que priorice la seguridad, el orden y el respeto a nuestras leyes. Es momento de actuar con responsabilidad".
Luz Ebensperger,, senadora