Los daños en geoglifos provocados por personas que pasean en vehículos de doble tracción no es algo nuevo y aunque cada vez que ocurre sobran las declaraciones contra estos actos, al poco tiempo se olvidan y vuelven a ocurrir.

Son muchos los factores que impiden una adecuada protección, lo cual no solo es culpa de las autoridades competentes, sino que es un problema mucho más amplio y que demanda un trabajo serio y a largo plazo que jamás se ha realizado.

Han sido muchos los daños a este tipo de patrimonios y si bien en muchas ocasiones no han existido culpables, en otras sí se ha logrado condenar a personas por este tipo de acciones.

Pero más allá de las sanciones o medidas correctivas, la protección no se trata solo de poner guardias o cámaras en medio del desierto, pues hay experiencia que eso se hace insostenible, sobre todo para los limitados recursos y la gran cantidad de necesidades que tienen las municipalidades. Lo que sí es necesario, es que exista una guía más clara de cómo proceder en cada uno de estos sitios.

No obstante, lo primero es contar con información relevante de estos sitios, para lo cual se requieren más investigaciones y un correcto catálogo de estos sectores, de modo de generar un trabajo sistematizado que permita poner esta información no solo en manos de organizaciones ligadas al turismo, sino también al deporte aventura y de todos aquellos que puedan transitar en las cercanía de estos lugares.

Al mismo tiempo, es importante que el saber científico se transmita a las personas en forma constante, simple y clara, que los colegios incluyan este tipo de conocimientos mucho más acotados a la región y que se vaya más allá del cerro Unita o Pintados.

Tarapacá es una región rica en vestigios de las culturas prehispánicas, principalmente geoglifos, y esto debe ser un potencial que se debe aprovechar, tanto en educación como en turismo, pero para ello se debe poner en valor, por lo que se requiere inversión y una estrategia a mediano y largo plazo.

Nunca es tarde para poner manos a la obra y fortalecer el patrimonio regional.

"La protección no se trata solo de poner guardias o cámaras en medio del desierto".

El inicio de septiembre trajo buenas noticias para cerca de 500 familias de diferentes comunas, que recientemente recibieron sus nuevos hogares. Fue el propio ministro de Vivienda y Urbanismo, Carlos Montes, quien entregó las llaves de las nuevas unidades que forman parte de las 9.300 viviendas contempladas en el Plan Nacional de Emergencia Habitacional para la Región de Tarapacá, de un total de 260.000 a nivel nacional.

Sin duda, es un esfuerzo significativo que no ha estado exento de desafíos que han ralentizado el avance. Según los datos de la CChC Tarapacá, hasta junio de este año, se habían entregado 3.084 viviendas, lo que representa solo un 33% del total previsto. A pesar de que hay 4.654 unidades en proceso de construcción, cerca del 49% de estas presentan un avance de entre 0% y 25%.

En este contexto, resulta difícil comprender por qué proyectos como Las Brisas 2 y 3 del Tamarugal, o Canadela en Alto Hospicio, llevan meses atascados en procesos de observaciones que se pueden extender por un plazo indefinido. Esto resulta particularmente grave porque estas observaciones se realizan mientras dura el permiso de edificación que tiene una vigencia de tres años. La experiencia nos demuestra que los procesos no conversan. A nivel nacional, se estima que cerca de 70.000 permisos de edificación están a punto de expirar, lo que significa que llevan tres años de tramitación sin llegar a puerto.

Este es solo un ejemplo del impacto de la permisología en el avance de un desafío tan importante como es el Déficit Habitacional, que involucra la calidad de vida de miles de familias. Estoy convencida de que si ponemos a las personas beneficiadas como prioridad, podremos introducir eficiencias y mejorar los tiempos de respuestas, y por qué no, avanzar hacia procesos con plazos mínimos y máximos conocidos por todos, y, en lo posible, estándares por tipo de trámite.

Tomando las palabras del ministro, no tengo dudas que lograremos ponernos de acuerdo en la búsqueda de soluciones en esta dirección, para avanzar más rápidamente en cerrar la brecha del déficit habitacional.

"A nivel nacional, se estima que cerca de 70.000 permisos de edificación están a punto de expirar".

Mariana Toledo Rivera,, presidenta regional Cámara Chilena de la Construcción Tarapacá

Cuando a alguien le roban el vehículo se hace todo lo posible para encontrarlo, muchas veces sin suerte. Por tanto, lo más importante son las medidas de prevención. Siempre es mejor tomar todos los resguardos.

Ambulantes

Pese a las denuncias de la Cámara de Comercio, la venta ambulante no solo aumenta cada día, sino que es capaz de llevar a la calle todo tipo de productos, muchos de dudosa procedencia. Esto además termina generando caos y desorden en las principales calles de la ciudad.

Todo vale

Al parecer en medio de una campaña política todo vale. Es impresionante como muchos alcaldes están difundiendo hasta la basura que sacan y otros han optado por anunciar proyectos con escasa o ninguna posibilidad de ser realidad. Nunca se aprende.