El viernes 2 de agosto a mediodía, con una eucaristía para los adultos mayores y enfermos, se dará inicio oficial a la fiesta de San Lorenzo en el poblado de Tarapacá.

Se trata de una de las fiestas religiosas más importantes del norte, a la que acuden miles de personas, pese a las limitaciones de espacio que ofrece el pueblo. Además, ha experimentado un crecimiento año tras año.

La celebración, que tiene sus ceremonias principales el 9 de agosto con la víspera y el 10 con los festejos por el Santo, ha ido más allá de la fiesta patronal que realizan los habitantes del pueblo, ya que bailes de Iquique y Alto Hospicio han aumentando su fervor por el protector de los mineros, agricultores y de los desvalidos en general.

Todos los fieles ya están preparando los últimos detalles para viajar a Tarapacá y visitar el santuario de una de las localidades con más historia de la región, la que pese a sufrir por el despoblamiento, recibe una multitud durante estas fechas.

Justamente esta enorme cantidad de fieles que se convocan por San Lorenzo requiere grandes coordinaciones con el objetivo de que todo funcione con normalidad, pues más allá de las ceremonias religiosas, se ha transformado en un festejo popular para miles de familias.

Por un lado se debe hacer un exhaustivo control del consumo de alcohol, de tránsito y sobre todo una campaña que permita que las personas lleguen con las vacunas necesarias que impidan nuevos rebrotes de enfermedades respiratorias.

Para autoridades, dirigentes de los bailes religiosos y para la comunidad, ya es costumbre desarrollar estas coordinaciones, sin embargo, siempre es importante ir mejorando sobre la base de las experiencias anteriores.

Un llamado importante también es a la prevención de parte de los mismos fieles, con el fin de no tener que lamentar accidentes o problemas de salud que afecten el buen desarrollo de una actividad que está en la idiosincracia e identidad de los tarapaqueños.

Aunque faltan algunos días, siempre es bueno revisar todos los detalles con tiempo.

"Todos los fieles ya están preparando los últimos detalles para viajar a Tarapacá".

En los años 80's fui a recorrer la Urbanización Tarapacá que está ubicada en el Callao, en una zona llamada La Legua. Había estado investigando a las familias tarapaqueñas, la mayoría mixtas peruano-chilenas, que partieron al Perú durante los gobiernos de Augusto B. Leguía (1908-12 y 1919-30). No sabía qué o a quienes encontraría en esa urbanización, mi inquietud fue creciendo al ver los nombres de esas calles: Iquique, Loa, Ramón Castilla, Canchones, Pisagua, Germania, Sibaya, Tamarugal, San Francisco, Agua Santa, entre otras. La intersección de las avenidas Faucett y Benavides puede ser el punto de inicio para caminar hacia el poniente y perderse en ese "otro Tarapacá", imaginado y real a la vez. Aunque cada vez menos imaginado y menos real.

Recuerdo que caminando por la calle Iquique encontré un Centro Hijos de Tarapacá. Como su puerta principal estaba abierta entré silenciosamente para no interrumpir una reunión de personas mayores, allí supe que todas habían nacido en distintos lugares de nuestra región. Solo diré que no me dejaron volver a mi hotel ese día, ni al siguiente. Tenían guardado un cariño enorme hacia Chile como su amor por Perú. Sabía que "el señor del Mar" era el Santo Patrono protector de El Callao. Mayúscula sería mi sorpresa al saber que allí, en esa urbanización, el principal culto era el de la Virgen del Carmen de la Legua del Callao, cuya imagen es casi idéntica a la Carmelita del Tamarugal. Adquirí en su Iglesia, casi una parroquia, unos escapularios como testimonios de esa semejanza. Imaginé a esas familias tarapaqueñas de hace un siglo atrás recurriendo a ese lugar y reproduciendo el ritual que cada 16 de julio se realiza en La Tirana.

Como todo Santuario, el de la virgen del Carmen de la Legua del Callao, tiene su leyenda. Dicen que en 1606 un náufrago, Domingo Gomes de Silva (apellidos portugueses como Vasco de Almeida) en agradecimiento por haber salvado su vida quiso levantar una Ermita a la virgen, pero el animal que llevaba su imagen se detuvo en ese lugar negándose rotundamente a seguir su marcha, justo allí donde está hoy el templo.

Me encontraba en Lima cuando llegó el Papa Francisco (después de haber estado en Iquique) el 18 de enero de 1018, fue noticia por la TV que en Faucett con Benavides feligreses intentaron infructuosamente detener a la comitiva papal que venía del aeropuerto para que Francisco visitara a la Virgen del Carmen de la Legua. Me dio vueltas el corazón.

"Recuerdo que caminando por la calle Iquique encontré un Centro Hijos de Tarapacá".

Sergio González Miranda,, Premio Nacional de Historia 2014

Pese a que se quiera armar polémica por un rechazo en el Consejo Regional, lo cierto es que desde hace mucho estas no existen. Siempre los proyectos terminan aprobándose aunque se haga el show para la galería.

Patrocinios

Es increíble como se ha desacreditado la función política. Hace no tanto, los candidatos reunían firmas fácilmente para apoyar sus postulaciones e incluso formaban partidos regionales, que si bien debían reagruparse, era muestra de la confianza de los electores, la que hoy no existe.

Locales nocturnos

Más que prohibir locales o buscar limitar al máximo los horarios de venta de alcohol, debiera existir una ordenanza mucho más exhaustiva que exija a los locales infraestructura adecuada para ruidos molestos y responsabilidades en la seguridad. Hay que avanzar, no cerrar puertas.