Las próximas elecciones de octubre se realizarían en dos días y aunque esto parecía cosa de tiempo para aprobarse, con el pasar los días la decisión se fue volviendo más compleja.
Uno de los factores claves eran las multas por no votar, pero unas de las alteraciones al proyecto que se hicieron en la Cámara, se buscó incluir un voto obligatorio pero sin sanciones monetarias por no concurrir a las urnas, lo que sin duda carece de sentido lógico, pues es claro que se caería de todas formas en un nuevo voto voluntario disfrazado.
Otro de los factores clave que surgió fue la idea de que solo se multe a los ciudadanos, en resumen, que los extranjeros que no tienen nacionalidad, no recibirán una multa por no acudir a las urnas, lo que desde cierto punto de vista puede tener sentido, aunque por otro, genera el rechazo de los partidos de oposición, puesto que distintos estudios muestran que el voto extranjero tiende a preferir candidatos de conglomerados de ese sector y podría haber algún aprovechamiento del Ejecutivo.
Sin duda, con el correr de los días este proyecto se encierra más en una discusión de partidos, con intereses particulares más que algo pensado en las personas y el fortalecimiento de la democracia nacional.
Por estos motivos, las personas tienden a desencantarse de la política, cuando ven cómo muchos de sus representantes se enredan en discusiones que quitan horas de trabajo a proyectos más necesario, que quedan desplazados en el trabajo parlamentario.
La última década la política ha sufrido diversos traspiés y lecciones de parte de los electores en las urnas, pero lamentablemente, la clase política aún no ha podido encontrar el verdadero rumbo que requiere el país y la política nacional y siempre se queda en la pelea chica, que vela por los intereses partidarios y poco por la gente.
Este proyecto de elecciones aún tiene cosas pendientes, como lo del feriado irrenunciable y cómo quedará el monto de los reembolsos a candidatos, pero lo cierto es que más allá de los detalles se debiera ver la forma más simple para llevar a cabo esta elección , que en ajustar la ley para sacarle los réditos políticos.
"La última década la política ha sufrido diversos traspiés y lecciones de parte de los electores en las urnas".