Lectura: más allá del Día del Libro
Con diversas actividades, disfraces y la personificación de los más variados protagonistas de las obras literarias, el martes se celebró el Día Internacional del Libro, instancia que año a año busca, además de proteger la propiedad intelectual y el derecho de autor, fomentar la lectura.
La lectura, qué duda cabe, constituye una herramienta fundamental para el desarrollo de prácticamente todas las actividades humanas y ha propiciado el avance de las sociedades a lo largo de la historia. Por ello, es clave fomentarla desde temprana edad en los niños.
Pero más allá de las actividades que se realizan en el Día del Libro, diversos estudios dan cuenta que muchas personas poseen bajas competencias lectoras, factor que incide de manera significativa en su desarrollo personal. Por ejemplo, un estudio realizado por la OCDE dio cuenta solo el 1,6% de los adultos en Chile son capaces de capaces de integrar, interpretar y sintetizar información de textos largos o complejos, mientras que el promedio de los países que integran este grupo es de 10,5%. En ese mismo contexto, sobre el 50% solo alcanza lo que se denomina como nivel 2, es decir, no cuentan con la capacidad para aplicar la lectura y comprensión en la ejecución de sus actividades.
Hoy, en un mundo donde predomina lo digital, parecen ser pocos quienes realmente utilizan las plataformas para acceder a textos de mayor complejidad, ya sean literarios, científicos, históricos, entre otros. En ese sentido, un trabajo realizado por la empresa IPSOS y Fundación La Fuente y Sura en 2022, reveló, entre otros datos, que del total los encuestados que aseguraron leer a diario en algún dispositivo digital, el 62% reconoció leer material de interés personal y como segunda preferencia contenidos en redes sociales, correos electrónicos y chats; mientras que solo el 10% mostró preferencias por la literatura.
Con todo, es una importante tarea fomentar la lectura en las nuevas generaciones, de modo que adquieran una herramienta fundamental y que sin duda marca diferencias significativas en el cumplimiento de los objetivos académicos, profesionales y también personales.
"La lectura, qué duda cabe, constituye una herramienta fundamental para el desarrollo de prácticamente todas las actividades".