Redacción

Chile despidió ayer al fallecido expresidente Sebastián Piñera en una jornada llena de emotividad, actos protocolares, homenajes de las más altas autoridades del país y profundo respeto hacia los miembros de su familia y el dolor que vivieron desde el martes, cuando un accidente en su helicóptero en el lago Ranco terminó con su vida a los 74 años de edad.

Tras dos días de velorio en la sede del Congreso Nacional en Santiago, hasta donde llegaron miles de ciudadanos a expresar sus condolencias, ayer se vivió la ceremonia en la que el poder político despidió a quien ocupó el más alto cargo del país en dos periodos: entre 2010 y 2014 y entre 2018 y 2022.

Con apego a la tradición, todos los invitados llegaron al lugar antes de las 9:00 de la mañana, hora en que arribó toda la familia del exjefe de Estado. Apenas unos minutos después llegaron los ministros que iban a estar presentes, excepto la vocera de La Moneda, Camila Vallejo, aquejada de gastroenteritis.

La única ministra que habló entonces fue Carolina Tohá (Interior), quien, consultada por las críticas de la oposición a la forma en que trataron a Piñera quienes hoy son Gobierno, dijo que "ese examen es bueno hacerlo, hagámoslo a partir de mañana. Estamos aquí para presentarle respeto al Presidente Piñera, y creo que si lo vamos a hacer, debiéramos hacerlo plenamente, porque las durezas que se pasan de la línea no solo se enfrentaron en el gobierno del Piñera, se han enfrentado muchas veces".

Chile por delante

En el exCongreso estaban los exmandatarios Eduardo Frei y Michelle Bachelet. Ricardo Lagos se excusó en una carta a la viuda de Piñera, Cecilia Morel.

Gabriel Boric tuvo palabras de aprecio hacia el fallecido político y su familia. Destacó que el exmandatario "abrió camino a lo largo de toda su trayectoria a una derecha moderna, democrática, liberal, abierta al diálogo y a los acuerdos por el bien superior de Chile. Y jamás se restó a brindar ayuda y consejo, a pesar de las públicas diferencias que hayamos tenido en el pasado".

Contó, asimismo, que conversaron la noche del lunes sobre los terribles incendios de la Región de Valparaíso y que ofreció su ayuda y la de sus colaboradores: "Esto me permite afirmar que Sebastián Piñera fue un hombre que siempre puso a Chile por delante, que nunca se dejó llevar por el fanatismo ni el rencor".

Luego, en un mea culpa inesperado, reconoció que "como oposición, en su gobierno, las querellas y recriminaciones fueron, en ocasiones, más allá de lo justo y razonable".

También recalcó que "reivindicar el legado de Sebastián Piñera es reivindicar los acuerdos, abrazar el entendimiento, actuar con sentido de urgencia y pragmatismo frente a las necesidades de los chilenos y chilenas".

Finalmente, dijo que "como parlamentario fui opositor a Sebastián Piñera. No me arrepiento de ello, porque así funcionan las democracias. Ocupar el sillón de O'Higgins, sin embargo, me ha permitido comprender y aquilatar mejor a Sebastián Piñera y con ello a todos los presidentes que lo antecedieron".

Un toque más personal dio el expresidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle, quien recordó que "lo conocí hace muchísimos años, ya que nuestros padres eran grandes amigos y camaradas de la Democracia Cristiana".

"Sebastián Piñera fue un demócrata ejemplar y encarnó fielmente la tradición republicana de quienes históricamente han tenido el privilegio de liderar el destino de nuestro país. Lo demostró cuando concurrió al Teatro Caupolicán para manifestar su rechazo a la Constitución que buscaba imponer la dictadura y luego, en el plebiscito de 1988, cuando votó por la opción No, lo que permitió recuperar nuestra democracia. Junto con ello, nunca dudó en manifestar su condena a las graves violaciones a los derechos humanos ocurridas en nuestro país", enfatizó Frei.

Frei subrayó que "el mejor homenaje que le podemos hacer es que en nuestra tierra reine la grandeza, que cesen las pequeñez y las descalificaciones, que venga la justicia y honremos el recuerdo de este hombre".

Michelle Bachelet, quien debió entregarle el poder dos veces a Piñera en 2010 y 2018, destacó su "labor incesante por construir acuerdos" y afirmó que fue un interlocutor capaz de dialogar, escuchar críticas y argumentar: "Algo que nadie podrá arrebatarle al Presidente Piñera es que las diferencias no le incomodaban; su corazón liberal, las alentaba".

Tras los discursos del presidente del Senado, Juan Antonio Coloma, y de la Corte Suprema, Ricardo Blanco (ver nota aparte), y de las palabras de Magdalena Piñera, la despedida de los tres poderes del Estado se cerró con una guardia de honor alrededor del féretro compuesta por el Presidente Boric, Bachelet, Frei y Coloma. Luego el cortejo siguió hacia los siguientes homenajes, en la Catedral, La Moneda y en las calles, todos lugares repletos de gente que salieron a dar el último adiós a Piñera.