Con un pez, un sapo y sin Tulio Triviño: Exposición Museo 31 cuenta los orígenes del popular programa
Pedro Peirano y Álvaro Díaz revelan los detalles del inicio de "31 Minutos" y lo que se puede esperar en la muestra que tienen en el Centro Cultural La Moneda. "No queríamos que fuera la exposición de nuestra bodega", confiesa Díaz.
Javiera Palta Olmos
Una mezcla de nostalgia con la emoción de ser niño. Eso es lo que espera representar "Museo 31", una exposición dedicada a los 20 años de "31 Minutos" que se encuentra en las dependencias del Centro Cultural La Moneda, en la región Metropolitana.
La muestra, que se inauguró el sábado, significa mucho no solo para los fans, que van desde niños hasta adultos, sino que también para los propios creadores de la serie, Pedro Peirano y Álvaro Díaz.
"Siento que es un redescubrimiento para nosotros de lo que fue y ha sido "31 Minutos", porque para nosotros es algo constante, que sigue existiendo. Pero en realidad tiene todo un mundo, unos orígenes, y cada vez que los revisamos nos sorprendemos. Por ejemplo, nos sorprendemos de que hayamos hecho un piloto en el que un pez era el protagonista", comenta entre risas Peirano a este medio.
Respecto a este pez, Díaz asegura que también es parte de la exposición, en donde se ve parte del piloto de "31 Minutos". "Entonces ni siquiera existía Tulio Triviño, conducía este pez, que duró muy poco en la idea original", dice.
A la hora de recordar aquel piloto, Díaz explica que el programa originalmente no estaba pensado como un noticiero. "La idea era hacer segmentos, que es una idea bastante fácil, porque a uno se le ocurren cosas y hay un nexo, entonces ese nexo, no me preguntes por qué, pero la primera idea era un pez que hablaba y hacía chistes entre medio que era bien pesado y presentaba los diferentes espacios. Era como un programa magazinesco, pero no funcionó y el pez se murió apenas grabamos y no hubo feeling", recuerda.
"Aunque hubiera habido feeling, lo pusimos en una pecera demasiado chica para el pescado. No teníamos idea. El pobre hizo un sacrificio", recuerda entre risas Peirano sobre la criatura. En ese entonces, asegura, "no pensábamos que iba a ser todo títere".
Lo único que perduró desde el piloto fue "La Nota Verde". "Esa nota era 'La ruta de la caca', que de hecho es la nota más famosa. Es lo primero que existía como nota de Bodoque, que entonces era un sapo verde", recuerda Díaz.
Ese formato periodístico dio cabida a la idea de querer llevar un noticiero más uniforme y, a sus palabras, más fácil de explicar, a lo que todo evolucionó a la idea de un noticiero de títeres.
Una ruta interactiva
Pero no solo la historia del programa se narra en la exposición, sino que también la propia historia del universo de títeres.
Así, por ejemplo, se divisan algunas portadas de "El Alarmista", el periódico que muestra diferentes momentos que pasan en el programa.
"Hay también un museo con trabajos de arte que quisimos exhibirlo como si fuera un museo", adelanta Díaz. Entre estas obras, él recuerda "ciertas adaptaciones que hicimos de pinturas, como una Monalisa cruzada por un caballo, esculturas, la pintura de Elvis de Denis Danis, que era el pintor más rápido del mundo. Hay como una idea de un museo, o una parodia de un museo", explica.
Asimismo, Peirano destaca que los títeres no están aparte en la exposición. Entre ellas se encuentra un dragón, que fue la marioneta más grande que realizaron en 31 Minutos y que, confiesa, tuvieron que reconstruir porque solo contaban con su cabeza.
También se podrán ver a diferentes personajes que estuvieron en la serie y las películas, además de versiones icónicas del proyecto como un Tulio Triviño vestido como el Quijote de la Mancha, el que tuvo cirugía plástica y otros detalles varios.
"Es raro que uno haga una exposición sobre sí mismo, a menos que sea una obra tuya puntual, pero una exposición sobre lo que ha sido tu trayectoria... es muy difícil verla desde adentro. Por lo tanto, incorporamos en la dirección artística y en la museografía de esta exposición a un amigo diseñador que se llama José Délano y él inventó este recorrido", cuenta Díaz.
"No queríamos que fuera como la exposición de nuestra bodega, sino que realmente tuviera un relato, una museografía, que la gente, que los niños, que todos sintieran que vienen a un museo con distintas estaciones que dan cuenta de la historia, de los personajes, de la escenografía, y en distintos formatos también. Que acceden a video, a material que nunca han visto, al material que nos envían los fans, que es infinito (...) "31 minutos" se ha convertido con el tiempo en un mundo lleno de personajes, de historias, de formatos y estamos haciendo un bonito compilado acá", cierra.