J.P.O.

Un complejo escenario vive la película "Aquaman y el reino perdido", secuela de la cinta centrada en el superhéroe acuático. Y es que, incluso su protagonista, Jason Momoa, ve como improbable un futuro regreso para su rol.

La película, que hoy estará disponible en todos los cines del país, se ha visto enfrascada en una serie de polémicas relacionadas a la actriz Amber Heard.

En la primera cinta del superhéroe, Heard, en el papel de la princesa Mera, figuraba como una de las protagonistas de la saga, pero su bullado juicio contra su exesposo Johnny Depp, donde ambos se acusaron mutuamente de agresión y difamación, comenzó a transformarla en un rostro que Hollywood no quería ver.

Entre rumores de despidos constantes, Heard siguió en la cinta para que, en octubre de este año, salieran a la luz una serie de informes hechos por su terapeuta, donde la actriz aseguraba que era acosada por Momoa, quien se disfrazaría de Depp en el set e incluso habría pedido su despido.

En los escritos también se menciona al director de la secuela, James Wan, a quien la intérprete habría acusado de haberle prohibido subir cualquier material relacionado a Aquaman, además de ser culpada de tener que "ocultarse" debido al revuelo del juicio.

Un portavoz de DC aseguró entonces a la revista Variety que, efectivamente, Heard estuvo a punto de ser despedida del film, pero todo habría ocurrido en 2018 -antes de que estallara la batalla legal contra Depp- debido a la "falta de química" entre Momoa y Heard. Asimismo, desmintió las acusaciones contra Momoa y Wan.

Un aquaman incierto

En una entrevista con Entertainment Tonight, Momoa habló de su amor por ser Aquaman y su desesperanza de volver al rol.

"No quiero que sea el final, pero no creo que sea realmente mi decisión", dijo Momoa, en señal a la renovación que traerá James Gunn y Peter Safran a DC.

"Si el público ama la película, entonces existe la posibilidad (de volver) (...) pero ahora mismo pienso: 'No se ve muy bien'", reconoció.