Javiera Tapia Zapata

En reconocimiento a su dedicación y liderazgo en la preservación del patrimonio cultural pampino, Silvio Zerega, director ejecutivo de la Corporación Museo del Salitre (CMS) fue destacado hace pocos días como uno de los "100 Líderes de Mayores por el diario El Mercurio". Oriundo de Huara, esta distinción destaca su incansable trabajo en la protección, restauración y gestión de las emblemáticas Oficinas Salitreras de Humberstone y Santa Laura, declaradas Patrimonio Mundial por la Unesco en 2005.

¿Cómo fue su reacción al ser distinguido como uno de los "100 Líderes Mayores"?

Sorpresa, porque uno trabaja y que se lo reconozcan, fue una muy grata sorpresa.

¿Cuáles han sido los mayores desafíos al preservar y gestionar estos sitios de la memoria pampina?

Muchas limitaciones. Económicas, porque hasta hace pocos años atrás el patrimonio no era tema en Chile. Menos en esta región, no era tema incluso cuando me hice cargo la primera vez hace más de 20 años, me dijeron "para qué te vas a meter en eso". Después ha seguido la falencia, ha seguido siempre que no hay recursos como para preservar el patrimonio y en algunas instituciones no hay voluntad, entonces vencer el tema de los recursos y vencer el tema de voluntades, ha sido una complicación, pero hoy en día eso ha cambiado porque hay organismos nuevos que se dedican específicamente a apoyar a los patrimonios de la humanidad o patrimonio mundial, entonces eso ya se comenzó a revertir. Además fuimos tomando en consideración años atrás de incentivar en los colegios el cuidado de la historia y el cuidado del patrimonio.

Cuando partimos éramos dos personas y un guardia, hoy ya somos 28 personas, trabajamos en función de todo esto, es una estructura que cuesta financiar, pero hemos superado grandes cosas como la pandemia. La estructura permite preservar y divulgar la historia y hacer actividades también.

¿Cómo ve el impacto de su trabajo en la preservación de la memoria salitrera en las generaciones futuras?

La semilla está sembrada y ya está creciendo. Entonces, la regresión de eso ya no se da, cuando los niños van, cuidan el lugar. El cuidado del patrimonio hay que entenderlo como algo que no es de ellos ni a nosotros, por algo se llama patrimonio de la humanidad, y hay que cuidarlo, preservarlo y difundirlo, es parte de nuestra historia. Mientras más se asimile de que esta es la historia de nuestra región, eso va a preservarse. Obviamente, también con la preservación de los lugares. Cuando se compró Humberstone, con recursos de Collahuasi, y allí me tocó ayudar en hacer el estatuto de los Hijos del Salitre, por parte nuestra, los pampinos, se le pidió a Sergio Bitar que en ese entonces era senador, cómo se podía evitar el saqueo del resto de las oficinas. Allí él propuso la Corporación, se hizo una reunión en Humberstone, asistieron como 200 pampinos, ellos son los dueños de Santa Laura, ellos son quienes forman la asamblea. Posteriormente, se me pidió hacerme cargo de Humberstone y aquí llevo más de 23 años, ha sido duro, pero bonito, aún más cuando la gente lo reconoce.

¿Qué iniciativas o proyectos actuales está desarrollando en la Corporación Museo del Salitre?

Nosotros hicimos un proyecto que llevaba que 49 sitios salitreros fueran declarados patrimonio histórico, ya que corren bastante riesgo. Las últimas que se entregaron el 2019, hasta el día de hoy no tenemos nada, con el apoyo de Bienes Nacionales se declararon todos como los sitios patrimoniales pero la palabra final la tiene el Consejo de Monumentos. También hicimos un proyecto para el estudio de los cementerios. Actualmente estamos trabajando en un proyecto emblemático, como la Pulpería, pero con la historia del Hospital, estamos enviándolo nuevamente.

¿Cómo concibe la sucesión en la Corporación Museo del Salitre?

Nosotros tenemos una asamblea de los socios fundadores, bajo un directorio, y después la parte administrativa. Hay un equipo y se ha ido concibiendo como una estructura, entonces con el tiempo, uno podrá irse, pero la estructura se mantiene. Las personas pasan, pero la estructura tiene que quedar, los nombres irán cambiando, pero la historia se va recopilando. El que pide que esto sea patrimonio mundial es el Estado, no el gobierno, a nombre del Estado de Chile es el que solicita, por lo que es su responsabilidad y lo mínimo que puede dar es asegurarle financiamiento. Pero ese es un grave problema de estos sitios. Hoy en día esta estructura tiene un valor que no se mide en plata, por lo que es indispensable que exista un mínimo para que funcionen estos organismos. El centro de patrimonio mundial ha sido la tabla de salvación porque son profesionales que apoyan, consiguen financiamiento, eso ha sido una de las cosas buenas que nos ha pasado.

"Es responsabilidad del Estado financiar y hacerse cargo de los sitios

Silvio Zerega

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