Prepararse para el calor extremo
El pronóstico meteorológico anticipa un verano marcado por elevadas temperaturas. En los últimos días, diversas regiones del país han experimentado registros que superan los 35°C, y la disminución de las precipitaciones en zonas elevadas agrega complejidad al panorama. Ante esta perspectiva, es crucial contemplar medidas inmediatas y a corto plazo para hacer frente a los efectos del cambio climático.
La adaptación de las ciudades se vuelve prioritaria. Estas deben estar preparadas para afrontar y mitigar las altas temperaturas. La creación de espacios que sirvan como refugio emerge como una solución de rápida implementación. Además, se hace necesario considerar acciones a largo plazo, como la evaluación del cambio de techumbres urbanas.
Lamentablemente nada de ello es lo que vemos en la actualidad.
En ciudades como Iquique y sobre todo en Alto Hospicio, las áreas verdes tienden a desaparecer y no hay proyectos que busquen un desarrollo de esos sectores, utilizando especies nativas que consumen menos agua. Incluso muchos espacios públicos están utilizando pasto sintético. Además, las nuevas veredas del centro de Iquique reflejan de tal forma la luz solar y el calor, que la situación pareciera incluso empeorar.
El escenario de calor extremo demanda una reflexión profunda sobre cómo proteger a los más vulnerables ante los riesgos asociados con las altas temperaturas. Es imperativo anticipar estrategias que velen por la salud y bienestar de la población, contemplando no solo medidas inmediatas, sino también intervenciones estructurales que fortalezcan la resiliencia urbana frente al cambio climático.
Este llamado a la acción resalta la urgencia de abordar el fenómeno del calor extremo y propone un enfoque integral que involucre tanto soluciones prácticas de corto plazo como consideraciones más estratégicas para el futuro. En este contexto, la conciencia y la preparación de la sociedad son fundamentales para enfrentar estos desafíos que plantea el clima. No cabe duda que se necesita planificación.
"La adaptación de las ciudades se vuelve prioritaria. Estas deben estar preparadas para afrontar y mitigar las altas temperaturas".