En un paso significativo hacia el fortalecimiento de la seguridad ciudadana, el Senado de Chile ha despachado, tras más de 14 años de tramitación, la nueva Ley de Seguridad Privada. Este hito legislativo marca el cierre de un periodo donde la regulación de la industria de guardias y vigilantes estaba fragmentada y desactualizada.

La nueva normativa emerge como un marco regulatorio actualizado y sistematizado, proporcionando coherencia a una industria vital para la seguridad pública. Esta ley promoverá el papel coadyuvante y complementario de la seguridad privada, estableciendo obligaciones específicas para los actores regulados y actualizando los criterios para designar entidades sujetas a medidas de seguridad.

Un aspecto crucial de esta modernización es la actualización en el proceso de certificación de guardias y vigilantes privados. Este procedimiento será gestionado por la Subsecretaría de Prevención del Delito, a través de una plataforma informática, asegurando una certificación más eficiente y acorde con los estándares internacionales.

La nueva ley también aborda la necesidad de optimizar los recursos policiales al elevar los estándares de la seguridad privada. Al hacerlo, se evita destinar personal operativo de Carabineros a tareas que pueden ser asumidas por profesionales especializados en el ámbito privado. Este enfoque permite concentrar los esfuerzos policiales en acciones estratégicas y de control en el espacio público, fortaleciendo la capacidad estatal.

Esta modernización del marco normativo no solo responde a la necesidad de regular y ordenar la industria de seguridad privada, sino que también contribuye a mejorar la convivencia ciudadana. Al elevar la capacitación y estándares de esta industria, se promueve un entorno más seguro y se fomenta la colaboración entre la seguridad pública y privada.

Al consolidar un marco normativo moderno y coherente, se sientan las bases para una colaboración efectiva entre la seguridad pública y privada, contribuyendo al bienestar y la tranquilidad de la sociedad, algo clave en estos días.

"Un aspecto crucial de esta modernización es la actualización en el proceso de certificación de guardias y vigilantes privados".

Uno de los elementos de la modernización (Bermann, 2005) que se establece a nivel mundial, mas se consolida en el mercado global, como incluso en el barrial, fueron los club de videos, que más bien eran tienda de video, es decir, películas en formato que generalmente eran arrendadas.

Si bien va ligado a la industria de la diversión, esta vía de llevar las películas al hogar fue mediante un anexo que potenciaba la sensación de tener una película en estreno o bien ya estrenada en la casa, la que se entregaba en dos formatos: el Betamax y el VHS. Ambas eran las palabras que definían dos modelos, uno más antiguo, el primero, y otro mucho más nuevo; la primera desde la década del 70 y la segunda en los 80, aunque ambas estuvieron paralelas.

En Iquique, el arriendo de películas se vive con intensidad y a modo de arqueología histórica aún es posible ver sus rastros, porque sobreviven los letreros luminosos. Claro está de esa época en calle Genaro Gallo y otro en calle Sotomayor, que señalan Video Club. Estos clubes eran en instalaciones de viviendas o casas adaptadas y la demanda fue inmensa, dado que se instalaron en los barrios y la cantidad de películas demostraba el poder de oferta de la tienda, incluso era común ver gente comprando y hasta comentando las películas de variado género.

También fue una diversión no solo de adultos, sino también de niños y de jóvenes. Era panorama común ver películas luego de clases o aún en las mañanas de cimarra, lo permitían hogares con padres trabajando.

Los primeros Betamax y sus películas demostraban poder adquisitivo. Las primeras casas en tenerlos, eran de hogares con altos estatus, mas en los barrios a forma de cuña social, existían también altos ingresos, como los de patrones de pesca y tripulantes de naves pesqueras que tenían gran poder adquisitivo y estos tenían Betamax, luego VHS y películas variadas.

El término estreno, ocupaba un sitio especial, junto a los géneros en que se agrupaban los estuches vacíos de películas. Uno de los primeros fue el Internacional, su casa aún se ubica en calle Céspedes y González con Juan Martínez.

El fenómeno barrial se afectó con la llegada de la transnacional Blockbuster y se ubicó en la actual avenida Héroes de La Concepción. Al tiempo esta gran empresa quebró.

Cada familia de un Iquique aún barrial con fuerza, debe recordar el video club cercano que fue unos de los emprendimientos de corta duración vistos en los 80 y 90, su fin se asocia a la llegada de la televisión por cable y luego satelital, marcaron y llevaron los filmes a las casas antes de los DVD que se regalaban y vendían, que inauguraron la década de los 2000.

"Uno de los primeros fue el Internacional, su casa aún se ubica en calle Céspedes y González ".

Patricio Rivera Olguín,, académico Unap

Los atochamientos en la Avenida Arturo Prat son eternos, sobre todo en las denominadas horas punta. Se necesita más control de tránsito policial, sobre todo en el tramo de Cavancha hasta el sector de la Península.

Se llenó

La paralización que sufrió Zofri el fin de semana seguramente generó varias pérdidas económicas. Sin embargo, muchos compradores concurrieron ayer al mall para realizar compras navideñas. Ojalá que de ahora a Navidad no se generen otras movilizaciones.

Campaña

Pese a que por estos días los comandos han llegado a la zona con varias figuras nacionales del "A favor" y el "En contra", al parecer el tema constitucional simplemente no ha prendido entre los electores de Iquique. Se nota un cansancio con el proceso.