Ayer 25 de noviembre se conmemoró el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer que según lo define la Asamblea General de las Naciones Unidas se entiende como "todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada".

Ante estos casos Carabineros cuenta en cada comisaría con personal especializado en esta materia, que trabajan en salas de familia y oficinas de violencia intrafamiliar, atendiendo las denuncias de violencia contra la mujer, además de recibir a víctimas de delitos sexuales y vulneración de derechos tanto a niños, niñas y adolescentes, hombres y adultos mayores.

El rol principal de estas oficinas, que se encuentran en espacios diferenciados de cada cuartel policial, es entregar una atención especializada y diferenciada a las víctimas de estos de delito.De esta forma los y las funcionarias que atienden estas oficinas son capacitados permanentemente por la Dirección de Derechos Humanos de Carabineros y se relacionan con toda la red de instituciones que conforman la oferta programática para atender, acoger, proteger y orientar a las víctimas de violencia tras denunciar los hechos.

Asimismo el personal participa de varias mesas de trabajo en la región, una de ellas es la mesa de Prevención en Violencia contra la Mujer, donde se desarrollan acciones preventivas y de difusión de derechos, en un trabajo colaborativo con distintas instituciones.

Tras recibir las denuncias los encargados de las salas de familia realizan un seguimiento aleatorio de las víctimas, para saber cómo continúa el proceso y verificar sus necesidades.

Es importante tener en cuenta que en casos de ser víctimas o testigos de violencia se encuentran disponibles el Fono Familia 149, que un servicio gratuito y confidencial atendido por personal especialmente capacitado para brindar apoyo y orientación, el cual está disponible las 24 horas todos los días del año y Sernameg cuenta con los fonos 1455 y el WhatsApp +56 9 7007000 para orientación e información sobre violencia contra las mujeres.

"El personal participa de varias mesas de trabajo en la región, una de ellas es la mesa de Prevención en Violencia contra la Mujer".

General Juan Francisco González Albornoz, Jefe Zona de Carabineros Tarapacá

El titular del día martes 21 de noviembre en este diario destacaba el hecho de que nuestra región presenta una de las más altas tasas de deserción escolar del país. Una de las explicaciones que dan las autoridades para esto es la alta presencia de población migrante, y otra, los factores socioeconómicos que configuran lo que se ha dado en llamar "vulnerabilidad". Sin duda, ambas causas son efectivas y explican una parte del abandono escolar. No obstante, la realidad del abandono escolar por parte de una proporción importante de los estudiantes excede, con mucho, a estos dos factores.

De hecho, el propio Ministerio de Educación, en una de sus páginas Web, señala como principales factores de riesgo la repitencia y el ausentismo. Estos son los problemas de fondo, y son los que el propio sistema escolar puede abordar. Y las escuelas, tanto por su propia iniciativa como siguiendo las indicaciones del ministerio, lo están abordando, como señalan los directores en la misma nota periodística, con acciones como el seguimiento de la asistencia y la vinculación con las familias.

Sin embargo, hay detrás un problema mayor. Y es que lo que la escuela ofrece, desde el punto de vista curricular y desde el punto de vista didáctico, no responde a las necesidades de niñas, niños y adolescentes en el mundo de hoy.

En cuanto a la didáctica, convengamos es que es terreno propio de los profesores, y, más allá de la constatación del desfase entre las metodologías posibles y más frecuentemente usadas y los recursos que la tecnología, los medios, la internet y las redes sociales ponen a disposición de los estudiantes, quienes no somos profesores no estamos autorizados a decir mucho.

En cuanto al currículum, sirve más para rendir pruebas estandarizadas cuyo principal uso es rankear escuelas, que ser útil para hacer frente a la vida que a los estudiantes les toca vivir.

Así las cosas, no es de extrañar que muchas y muchos sucumban a la tentación de involucrarse en otras aventuras y dejen de asistir sistemáticamente a la escuela, aunque no se encuentren en situación de migración o vulnerabilidad psicosocial. Y ya sabemos que ese es el primer paso para el abandono, por lo que es el problema principal que debe abordarse.

Ello se puede hacer en dos niveles: el de la propia escuela, que, utilizando la flexibilidad que la propia normativa vigente permite, haga una propuesta curricular más sensata y pertinente; y el de la política educacional, en el que debe repensarse el currículo que se ofrece (y exige) hoy a las escuelas. Es en este segundo nivel en el que se enmarcó el Congreso Pedagógico y Curricular convocado y realizado en el mes de agosto, que forma parte de un proceso que debería culminar con una nueva propuesta curricular.

Es de esperar que la propuesta resultante recoja efectivamente las preocupaciones que los actores educativos y la comunidad expresaron durante su desarrollo y, sobre todo, las reales necesidades educativas de niñas, niños y adolescentes.

Francisco Leal Soto

Centro de Investigación para la Educación Inclusiva, Universidad de Tarapacá

… "Al atardecer del domingo 3 de septiembre de 1939 ingresó a esta estación un tren especial con doce carros, transportando a más de dos mil refugiados españoles rescatados por Pablo Neruda y el Gobierno del Presidente Pedro Aguirre Cerda procedente de Francia, fueron embarcados en el navío Winnipeg para otorgarle asilo en Chile, restituyéndole así su dignidad, la libertad y la democracia. Los mismos valores que ellos defendieron durante la guerra civil española".

Así lo señala una placa al ingreso del histórico edificio de la estación Mapocho, hoy centro cultural en la ciudad de Santiago.

Esperamos que las autoridades honren la memoria de estos refugiados, en los que hoy buscan amparo en el suelo patrio.

Juan de Dios Videla Caro