Un instante para un gran legado
Un 24 de octubre hace 422 años fallecería uno de los astrónomos más importantes de la historia, Tycho Brahe. Su gran trabajo solo podría verse superado por las extravagantes historias de su vida. Perteneciente a una familia de gran nivel socioeconómico y grandes conexiones con la realiza, viviría de forma excéntrica y llena de peculiaridades. Algunas de sus historias van desde pleitos callejeros, donde perdería parte de su nariz, hasta adoptar un alce de mascota que alimentaba con cerveza. Aun así, es más conocido por ser el mejor observador astronómico que existió antes de la invención del telescopio. Su fascinación por la astronomía era tal que poseía los registros más detallados y completos de la época. Ciertamente, tuvo una formación académica de gran nivel, la cual incluía leyes, lenguas y otras ramas humanistas, incluyendo ciencias, pero la razón de su precisión radicaba en su gran perseverancia, realizando observaciones todas las noches y con todos los equipos que la tecnología de la época le permitía.
Su excentricidad no se reducía a su vida personal, incluso en ese entonces dentro del mundo científico llamaba la atención por sus ideas. A diferencias de la visión de la época, donde se tenía el modelo geocéntrico del universo (La Tierra en el centro) como el dominante y había algunos que resaltaban el modelo heliocéntrico de Copérnico (El Sol en el Centro), el tenía su propio modelo mixto, donde la Tierra estaba en el centro con el Sol y la Luna orbitando alrededor, pero el resto de los planetas giraban en torno al Sol. Buscando demostrar su modelo, obtuvo datos muy precisos del movimiento de los planetas. Sin embargo, el destino lo llevaría a compartir correspondencia con un joven astrónomo que llegaría a ser su discípulo, Johannes Kepler. Lamentablemente, a menos de un año de colaborar, Tycho Brahe caería muerto por una grave infección, pero esto dejaría a Kepler con todo lo que necesitaría para demostrar el heliocentrismo y las 3 leyes que llevan su nombre.
Tycho Brahe solo necesitó su excentricidad y un pequeño estímulo a los 13 años, dado por el eclipse total de Sol del 21 de agosto de 1560, para crear un legado fundamental para el desarrollo del conocimiento y nuestra comprensión de la naturaleza, que llevaría al inicio de la era moderna de las ciencias. Nunca debemos subestimar lo que un pequeño instante podría hacer en nuestros jóvenes.
"Tycho Brahe solo necesitó su excentricidad y un pequeño estímulo a los 13 años (...) para crear un legado fundamental".
Pablo E. González Villarroel,, astrónomo, doctor en Física., Proyecto FIC,, Conformación de Red de Puntos de Observación Astropatrimonial en Tarapacá., GORE-UTA