La primera semana de agosto marca la celebración de la Semana Mundial de la Lactancia Materna que, en su versión 2023, enfatiza la importancia en la relación lactancia materna y trabajo, permitiendo abordar y conversar sobre los derechos esenciales de la maternidad que apoyan la lactancia materna: permiso de maternidad de un mínimo de 18 semanas, idealmente más de 6 meses, y adaptaciones en el lugar de trabajo posteriormente.

Hacer que la lactancia materna en el trabajo funcione, ¡hace que las sociedades funcionen! La lactancia materna aporta beneficios vitales para la salud y la nutrición de los niños, con repercusiones positivas a lo largo de toda la vida, y contribuye a la salud de la población -y de la mano de obra- en el futuro.

Se trata de cuestiones urgentes para garantizar que las mujeres puedan amamantar durante todo el tiempo que deseen hacerlo: en el mundo, más de 500 millones de mujeres trabajadoras carecen de disposiciones básicas en materia de maternidad; muchas más se encuentran sin apoyo cuando vuelven al trabajo.

Las mujeres no deberían tener que elegir entre amamantar a sus hijos o trabajar y esto es parte de lo que conocemos como conciliación entre la vida laboral y familiar. El apoyo a la lactancia materna es posible independientemente del lugar de trabajo, el sector o el tipo de contrato.

Como mujer, madre y profesional sé que hemos avanzado, pero aún nos queda mucho camino por recorrer para que cada día seamos más las mujeres que integremos la fuerza laboral, aportemos con nuestras capacidades y conocimiento a una sociedad más justa y con mayor equidad para todas y todos.

Dra. Karla Rubilar Barahona,

académica Universidad Autónoma

Saludamos a la comunidad del Colegio Bajo Molle en su Aniversario 43, aunque quizás sean otros los números a conmemorar. Pero intentemos siempre sumar, veamos: en los ochenta comenzó este proyecto con un sentido de albergar en sus aulas un equipo potente y robusto de alumnos, apoderados, directivos, inspectores, auxiliares y sobre todo, profesores.

Fui parte de ello, primero como alumno, luego y hasta hoy como profesor.

Humildemente, quizás lo logramos y como la historia es un complejo entrelazado de experiencias con avances y retrocesos, la porfía continúa hasta hoy con el colegio Bajo Molle.

Por ello, felices cuarenta y tantos, pues ese deseo de continuar, no se puede abandonar.

Seamos Academia Iquique, colegio Academia Iquique Bajo Molle o colegio Bajo Molle, conmemoramos y homenajeamos a quienes pasamos y pasaron por sus aulas, en Bulnes con Vivar, en Bulnes o en kilómetro 0. Seamos párvulos, academín, academines o bajomollines, somos esas partes de un todo.

Un, dos, tres por mí, por todos y todas mis compañeras y por los que vendrán.

César Abarca Gutiérrez,

docente Colegio Bajo Molle