Mundos más allá de las estrellas
Entre 2009 y 2018 estaría uno de los programas astronómicos más exitosos del último tiempo, el telescopio espacial Kepler. Su peculiar misión era buscar planetas extrasolares, o sea aquellos que orbitan en torno a otras estrellas distintas al Sol, algo así parece de ciencia ficción. Poder detectar objetos tan distantes que no emiten luz propia y que orbitan estrellas con gran brillo parece tan absurdo como poder ver un pequeño mosquito girando en torno a una ampolleta a kilómetros de distancia. Aun así, logró encontrar más de 2.700 candidatos a planeta. Este éxito derivó en un nuevo programa que actualmente está en ejecución llamado TESS.
A pesar de lo impresionante de este proyecto, sería un 23 de julio de 2015 donde se llegaría a un increíble descubrimiento, el planeta Kepler-452b. Está a 1.829 años luz en la constelación del Cisne, estando casi a 25º de altura hacia el norte hoy a medianoche, pero ¿Qué tiene de especial? Su estrella es del tipo G2, igual que el Sol, pero algo más grande. Se encuentra en la zona habitable de su estrella, o sea a una distancia adecuada para tener agua líquida. Esta distancia es tan parecida a la que tiene la Tierra con el Sol que su periodo de traslación (año) es de 384 días. Sin embargo, sus diferencias también lo hacen interesante. Se clasifica como Super Tierra por su tamaño, con casi 2,66 veces la superficie terrestre. Además, se estima que su atmósfera es mucho más densa, llegando a alcanzar una temperatura promedio estimada mayor a 30º, contra los 7,2º de la Tierra. Esto presenta mayores condiciones para la vegetación, según algunos expertos. Ciertamente, esto no es garantía de que tenga vida, pero lo vuelve un candidato probable. Incluso, actualmente existe un listado de planetas con potencial para la vida, siendo Kepler-452b uno de ellos.
Pero podemos pensar ¿cómo podría ser la vida en Kepler-452b? Por sus características, sería un lugar selvático con mucha vegetación de baja altitud, por su alta gravedad y presión atmosférica. Además, la luz sería escasa por su abundante atmósfera, tal vez con grandes tormentas. Por supuesto, esto solo viene de mi imaginación, pero estamos en una época donde la creatividad será cada vez más importante para el desarrollo de las ciencias. Por lo mismo, debemos motivar a nuestros jóvenes para que nunca dejen de pensar como niños e imaginar los mundos más allá de las estrellas.
"Debemos motivar a nuestros jóvenes para que nunca dejen de pensar como niños e imaginar los mundos más allá de las estrellas".
Pablo E. González Villarroel,, Astrónomo, doctor en Física,, Proyecto FIC, Conformación de Red de Puntos de Observación Astropatrimonial en Tarapacá., Gore-UTA