El Presidente Gabriel Boric rindió cuenta ante el Congreso Pleno y la ciudadanía con mucha retórica, como este gobierno nos tiene acostumbrado, pero con poco contenido real.

Una cuenta con muchos diagnósticos que ya todos conocemos, pero con pocas soluciones para cambiar lo que ocurre en Chile. La desconexión con el Chile real es absoluta. Condicionando todo a la aprobación de la mala reforma tributaria. Es decir, todo indica que el inmovilismo del gobierno seguirá y los chilenos deberán seguir esperando. El primer año de mandato la excusa era que debía aprobarse la Constitución propuesta por la fracasada convención constituyente y, ahora a la aprobación de una mala reforma tributaria que impone a los chilenos nuevos impuestos. No resulta responsable ni coherente responder a cada problema con aumento de impuestos.

Hoy necesitamos un gobierno pro inversión y no uno pro recaudación, sobre todo cuando no se da cuenta que se hace y como se utilizan los 83 mil millones de dólares que le entrega la ley de presupuesto. Que se mejore el gasto público, que se diga por qué han realizado cientos de nuevas contrataciones en el gobierno, que mejoren la gestión en aquellas áreas que podrían hoy dar nuevos recursos como el apurar la explotación del litio y no supeditarlo a una política que hará que el negocio del oro blanco tal vez nos pase por el costado.

El discurso de Presidente, además es inconsistente, si uno suma todo lo que dijo que podía hacer solo de aprobarse la reforma tributaria, los números no dan; dicha reforma pretendía recaudar 3 puntos del PIB, pero si sumamos la deuda histórica de los profesores y la condonación del CAE son 6 puntos del PIB; si a ello le sumamos la reforma de pensiones, las medidas para seguridad, los recursos para listas de espera, para vivienda y educación, claramente no cuadra.

De migración solo anunció la política nacional de migraciones, que ya lo había mencionado en su cuenta del 2022 y a un año no se ha dado a conocer. Nada dijo de medidas concretas en seguridad ni de los proyectos comprometidos que aún no llegan.

En fin, un discurso lleno de retórica y empatía con la ciudadanía, pero la verdadera empatía con los chilenos y sus necesidades no está en hablar en poesía sino en medidas concretas que solucionen sus problemas y mejoren su calidad de vida, cuando así sea ahí estarán nuestros votos y compromiso.

"a verdadera empatía con los chilenos y sus necesidades no está en hablar en poesía sino en medidas concretas".

Luz Ebensperger,, senadora por Tarapacá

La industria del turismo es una joya para la inclusión de este tipo de tecnologías. Es un mundo muy atomizado, con volúmenes de datos gigantescos y donde casi todos los agentes operan con márgenes estrechos. Aquí la inteligencia artificial puede tener un impacto significativo al mejorar la eficiencia y personalizar la experiencia del cliente.

La automatización de procesos y la capacidad de manejar grandes cantidades de datos en tiempo real permiten una mejor planificación de rutas, reserva de alojamientos, transporte y actividades, lo que reduce el tiempo de espera y mejora la experiencia del cliente.

Estamos convencidos de que la tecnología es un facilitador más no la respuesta en sí misma. Los avances deben estar en línea con las necesidades de los clientes, debemos tener claro que, al viajero no le interesa el "cómo", le interesa el "qué".

Creemos que los grandes desafíos de los equipos TI son identificar oportunidades donde la ciencia de datos puede entregar un diferencial a gran escala y mantener el enfoque en los problemas, no en las herramientas. Con esto como premisa hemos incorporado desarrollos tecnológicos que tienen como objetivo mejorar la experiencia de nuestros clientes, permitiéndoles tener un mayor control sobre sus viajes, acceder a información detallada y recibir un mejor servicio de atención al cliente, lo que en última instancia mejora su satisfacción y fidelidad a la marca, que es lo que toda empresa busca.

Christian Silveira, gerente de Tecnología Cocha; y Guillermo del Castillo, gerente de Datos Cocha

El próximo 5 de junio tiene lugar una nueva edición del Día Mundial del Medio Ambiente.

Este llega, precisamente, en un contexto crítico en lo que se refiere a este tema, tanto para el mundo como para nuestro país.

De hecho, el pasado 13 de mayo Chile tuvo su "Earth Overshoot Day", es decir, ese día nuestro país consumió la totalidad de los recursos naturales que puede generar en un año, cayendo en sobregiro con el medio ambiente[1].

Este es un momento donde ya no es importante, sino imperativo y urgente para nuestro planeta y para nosotros como raza humana, el acelerar los procesos de descarbonización de las matrices energéticas de manera global.

Es necesario avanzar a pasos agigantados y apresurados en implementación de energías limpias, para que formen una parte cada vez mayor de la matriz nacional. De esta manera, se logrará equilibrar la generación de MW verdes con la transmisión de esa energía, reduciendo los vertimientos de esta y también implementando tecnologías que permitan usar las ERNC todos los días.

De esta manera, ojalá estemos celebrando un próximo Día Mundial del Medio Ambiente en un mejor y más verde contexto. Chile tiene mucho que aportar en ese sentido.

Pablo Ceppi

CEO de Solek Chile