El 2022 terminó con 51 homicidios en la Región de Tarapacá. Casi uno por semana y por lejos la tasa más alta del país para este tipo de delitos. Esta semana partimos con 18 crímenes, en la undécima semana del año, cifra que sin duda sigue siendo preocupante.

La situación es crítica y pese a que las autoridades han ido tomando medidas adicionales, la violencia va en escalada, sobre todo por el poder de fuego que están exhibiendo los integrantes de las bandas delictuales, quienes por rencillas o ajustes de cuentas están agrediéndose de forma violenta, lo que además de aumentar el número de crímenes, hace crecer la sensación de inseguridad.

Junto con lo anterior, es aún más preocupante la situación particular de Alto Hospicio, comuna que concentra gran parte de estos delitos y donde muchas de sus calles en la actualidad parecen ser tierra de nadie, con policías que no dan abasto y donde la irregularidad aflora por todos lados, partiendo con la gran cantidad de personas en tomas de terrenos habitacionales y comerciales, como en el comercio informal y negocios que funcionan en la clandestinidad.

Sin duda que como lo ha dicho el Gobierno, Alto Hospicio requiere una atención especial, no obstante, esta no puede seguir esperando con planes que funcionan al ritmo de la burocracia estatal, sino que se debe generar una iniciativa especial que permita dar de una vez por todas una nueva cara a esa comuna.

La violencia debe abordarse desde una multiplicidad de factores y por ello no solo se puede pensar en más policías, mayores penas y más fiscales, la intervención debe ser mayor.

De acuerdo a lo anterior, uno de los principales factores que está incidiendo, sin dudas, es el factor habitacional, con un déficit y un hacinamiento regional que está desbordado, principalmente con una capital regional que no es capaz de ofrecer una oferta accesible a sectores vulnerables y a gran parte de la clase media.

Es urgente ofrecer más oportunidades y una mejor calidad de vida a muchas personas que se ven obligadas a crecer y vivir en medio de la violencia, inseguridad y hacinamiento, que transforman estos males en un circulo vicioso al que hay que ponerle un freno a la brevedad.

"Alto Hospicio requiere una atención especial, no obstante, esta no puede seguir esperando".

Los coloraínos e iquiqueños antiguos le llaman "las cabras". El proceso del barrio tiene larga data, es parte del siglo XX y responde a los primeros asentamientos del barrio El Colorado, ellos los pobladores de Las Cabras son los verdaderos "potos verdes", dado que son el centro real y se asentaban en las inmediaciones del antiguo basural.

El vecindario, según los registros orales, se sitúa a principios del 1900. Recordar que la Iglesia San Geraldo, actual Perpetuo Socorro, se asienta en este sector para atender a estos pobladores en 1908, construida por pescadores, por ello el Santo Patrono del barrio es San Pedro. Todo ello respondiendo a la Rerum Novarum y su mensaje social para detener el avance de los partidos marxistas en los sectores populares y además como obra del Vicario Martín Rucker y la sensibilidad de la Iglesia en un Iquique, testigo de la matanza de la escuela Santa María.

Las familias chilenas conviven con los peruanos residentes desde antes de la guerra de 1879, son pescadores y los peruanos vivían en rancherías ubicadas frente a la playa Colorado, de hecho el nombre El Colorado, se infiere de la toponimia del espacio geográfico, descrito por Paz Soldán (historiador peruano del siglo XIX) por un peñón o cerro ubicado frente a la actual IV Zona Naval, hoy desaparecido.

Los vecinos de Las Cabras eran los vecinos de Zofri y esta erradica su espacio, primero en la dictadura militar los recintos de Ferrocarriles del Estado, quedando sólo la fachada de la antigua Maestranza Ferroviaria, la cancha del club Iquitados y sólo la naturaleza resistió a través de los "ojos de mar" o napas subterráneas que socavó hasta la década de los 90 los galpones.

Los vecinos de calle Las Cabras, como del Colorado, iban y van a pie a la Zofri, porque estaba muy cerca, muchos de ellos separados por un muro de antiguos durmientes de ferrocarriles.

Hacia 1950 se edifica un retén de Carabineros con caballerizas que tenía por misión guardar los robos a Ferrocarriles del Estado. Asimismo, en pasaje Los Robles estuvo ubicada la sede de Estrella de Chile, fundado en 1921, club deportivo del Colorado y la calle Las Cabras, también dio origen al Deportivo Las Cabras que tuvo muchos certámenes y campeonatos de futbol amateur.

Hacia la década de los 80, la Junji establece un jardín Infantil "el Arturo Prat", dado que se comienza a llamar Población Arturo Prat y actualmente esta calle concentra el centro de la organización del carnaval del barrio El Colorado.

"El vecindario, según los registros orales, se sitúa a principios del 1900".

Patricio Rivera,, académico Unap

Pese al empate conseguido ante Puerto Montt, el CDI se mantienen invicto en el torneo, lo cal le permite soñar con un ascenso al fútbol de honor. Es necesario hacer algunos ajustes ya que queda mucho torneo, pero es posible soñar.

Arreglos simultáneos

Si bien siempre es bueno que se arreglen las calles y veredas, esta vez el hacer trabajos simultáneos en la mayoría de las calles del centro tiene un caos total. Ahora se sumó calle Vivar y en horario peak el estrés es asfixiante. Ojalá que aceleren el tranco de las obras.

Ver para creer...

El Minvu y la Municipalidad de Iquique anunciaron la construcción de un edificio con fines de arriendo social. Ojalá que el proyecto avance y no sufra los retrasos de tantos anuncios en Iquique, donde muchas obras no pasan de verse muy bonitas en maquetas virtuales.