"Los estereotipos de género, impiden que las mujeres puedan avanzar"
La académica de la facultad de ciencias humanas de la Universidad Arturo Prat y encargada de equidad, aborda los desafíos que aún faltan por resolver y avances que se han logrado para las mujeres en la región de Tarapacá.
Germán Pozo-Sanhueza - La Estrella de Iquique
La directora del departamento de equidad de género de la Universidad Arturo Prat, Karen Jacob Chung, cree que los avances normativos son clave para los desafíos de género y en ello también lo es la voluntad política para avanzar en ellos.
La académica da cuenta de los avances y el rol que cumplen las universidades, como también de las medidas que se requieren para que las mujeres puedan avanzar en materias laborales.
-En medio de las conmemoraciones por el Mes de la Mujer ¿Cuáles son los principales desafíos de género en Tarapacá?
-Hay que derribar la desigualdad en áreas como la seguridad, infraestructura, movilidad, trabajo, cuidados, educación, etcétera, que se interceptan con temas de violencia.
Dentro de estos desafíos claves se encuentran la desigualdad de género y las capacidades regionales para hacer frente a esta necesidad, por ello se hace fundamental la aplicación de los avances normativos y la voluntad política institucional para erradicar la violencia y discriminación.
También se deben tener datos regionales desagregados por género, que permitan diagnosticar las brechas de género que existen en las distintas áreas a nivel local y que permitirán encontrar las estrategias para disminuir dichas brechas, para hacer frente a estos desafíos se debe contar con presupuestos sensibles al género, lo que implica mayor asignación presupuestaria.
-Desde el mundo académico, ¿cómo se puede aportar?
-La universidad, en especial una institución de servicio público, tiene una responsabilidad social de aporte al país y a los territorios en que está inserta. Más aún si nuestro compromiso se basa en el cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas, en particular el objetivo 4 de educación de calidad y el objetivo 5, sobre lograr la igualdad de género y el empoderamiento de mujeres y niñas. En ese sentido, propiciar espacios de encuentro para el análisis, la reflexión y el intercambio de conocimientos, tanto a nivel interno de la comunidad universitaria como con la comunidad externa, es fundamental.
Estos momentos la Unap se encuentra en una etapa de presentación de su Política Integral de Igualdad de Género, a través de la cual se plantea el desafío de institucionalizar y transversalizar el enfoque de género en todo su quehacer, para disminuir las brechas de género y erradicar la violencia de género. Esto significa incorporarlo tanto en la gestión, en la vinculación, como en los planes de formación. Esto último, marca, sin duda, un aporte fundamental a la sociedad, al formar profesionales con competencias que permitan un cambio cultural en pos de una sociedad más equitativa y democrática.
-¿Cómo se puede mejorar la inclusión de la mujer en industrias donde los hombres historicamente tuvieron hegemonía, como la minería?
-Se debe hace realizando definiciones de metas sectoriales y planes de acción sobre el empleo de mujeres, que incluyan, por ejemplo, medidas de conciliación laboral-familiar, uso no sexista del lenguaje que promueva, por ejemplo, una descripción de cargo con la incorporación de variables de género; la formación y capacitación de mujeres al interior de la industria. Otra estrategia está relacionada con la realización de campañas para atraer mujeres desde los establecimientos de educación técnica; y técnico-profesional con base tecnológica y digital, junto a políticas públicas de igualdad.
Las mujeres sufren una suerte de 'adhesividad' en sus caminos de avance profesional debido a una sobrecarga de tener que llevar una jornada laboral, asumir el trabajo doméstico y/o las labores de cuidado, sumado a la falta de conciliación por parte de los varones quienes han sido socializados en la división sexual del trabajo, alejados de estas labores, asumiéndolas como netamente femeninas. Estas dificultades para conciliar la vida laboral, familiar y profesional, produce, en las mujeres, injustificadamente, sentimientos de inseguridad sobre sus capacidades, lo que contribuye a detener su carrera profesional, y tengan, muchas veces, que abandonar sus puestos de trabajo o reducir sus jornadas.
-¿En que se ha avanzado a nivel local?
-Actualmente destacamos como hitos, la creación de oficinas de género en la Municipalidad de Iquique y de Alto Hospicio y la Mesa de mujeres en la que participan distintas organizaciones de la sociedad civil, que realizó en el mes de enero el primer seminario de género y gobiernos locales: "Reconociendo la importancia de la incorporación de la perspectiva de género en la gestión municipal", que sin duda aporta a la transversalización del enfoque de género desde la institucionalidad, junto a la firma de convenio que hicieron los municipios locales para fortalecer sus oficinas de género, junto al trabajo de SernamEG y sus oficinas regionales.
A nivel local se destacan las acciones que implementa la Secretaría regional ministerial de la mujer y la equidad de género mediante múltiples acciones y trabajo en terreno que han impactado positivamente a las mujeres, asimismo el Servicio Nacional de la Mujer y la Equidad de Género, que a través de sus programas de prevención han aportado a la comunidad en sensibilización y capacitando en dichas temáticas y a sus demás dispositivos. La fundación para la promoción y desarrollo de la mujer es otra organización que también ha aportado otorgando competencias técnicas a muchas mujeres de la región.
"Hay que derribar la desigualdad en áreas como la seguridad, infraestructura...
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