La crisis migratoria que vive el país tiene un gran impacto en las comunas del Norte Grande. Los descontrolados ingresos irregulares representan una problemática que debía abordarse con el objetivo de lograr una regulación y ordenamiento.

Entendiendo que migrar es un derecho humano, lo que se extrañaba era que quienes llegaban al país debían cumplir con los requisitos impuestos por nuestra legislación y para ello debía controlarse.

Parlamentarios, en más de una ocasión, manifestaron que era necesario decretar un estado de excepción y contar con el apoyo del Ejército en esas funciones. La solicitud fue sistemáticamente rechazada a la espera de un decreto que pudiera posibilitar el apoyo fronterizo de los militares.

Primero fue publicado en el Diario Oficial el primer decreto y allí se autoriza e instruye el despliegue de militares en las fronteras de la zona norte. Se estaba a la espera, entonces, de un segundo decreto que definiera las zonas específicas que deben ser resguardadas.

La noticia tuvo reacciones que se enmarcan en lo positivo de la medida, pero hay quienes difieren en el protocolo definido para los controles. Sienten que es muy extenso para ejercer una verdadera labor de fiscalización cuando se enfrenten a situaciones complejas, como bandas de trata de migrantes e incluso en la comisión de otros delitos en los que opera el crimen organizado.

Más allá del debate, que pudiera ser muy valedero, no se puede negar que es un avance en la tarea de ordenar el ingreso irregular y limitarlo a quienes puedan acreditar que no tienen causas pendientes en sus países de origen y sus intenciones son iniciar una nueva vida y convertirse en un aporte para el país.

El objetivo no es poner trabas a la migración, es controlar y ordenar para que la capacidad del país no se vea sobrepasada y que a sujetos con prontuario policial o miembros de bandas delictivas se les niegue su paso al país.

Las comunas de la macrozona norte siguen bajo una presión migratoria, que va desde la ocupación de espacios públicos de los recién ingresados hasta un alza en la criminalidad asociada a bandas organizadas, como el Tren de Aragua y, por ello, estaban a la espera de una solución a esta crisis.

El gobierno ha dado un paso en la búsqueda de una solución, la que tendrá que probar su eficacia en la práctica.

"Las comunas de la macrozona norte siguen bajo una presión migratoria".

Poco o nada se habla de los árbitros, aquellos encargados de imponer la ley y ponderar jugadas. En las noches de boxeo en la Casa del Deportista, se anunciaba a los boxeadores y a los jurados: Ariscaín, Ponce y Otárola. El respetable escuchaba en silencio. Este se quebraba cuando se anunciaba al árbitro. Al escucharse que era Jorge Gárate, la rechifla era generalizada. El origen según la leyenda urbana era que Juan Pescado, así le decían, había parado un combate de modo innecesario. A Juanjy no le entraban bala. Otra leyenda afirma que en Bolivia fue anunciado como referee a estadio lleno. Y nadie lo silbó. Era generoso, de familia y apellido que impone respeto. Era además de La Cruz. Arbitró además partidos de básquetbol.

Los domingos después de misa, los iquiqueños se iban al estadio de Cavancha. Los clásicos abundaban. Yungay versus Maestranza, Iquitados contra Estrella de Chile, Unión Morro versus Cavancha, Sportiva con Rápido. Había que almorzar más temprano, abordar una liebre o caminar. El regreso, detenerse en la Cinco Esquina.

Jugaba Matadero con Cavancha, clásicos de esos que movilizaban a toda la ciudad. Y cuando escribo toda la ciudad, escribo toda la ciudad. En sus barrios, matarifes y pescadores, sólo hablaban del partido. La albacora se escapó porque el arponero repasaba mentalmente el equipo que saldría a la cancha. Los matarifes, se iban al Dándalo a conversar el encuentro. Lejos de allí, el árbitro, se preparaba para dirigir la brega. El sábado por la tarde se fue al centro para relajarse un poco. La presión no era poca. Ambas hinchadas eran fieles y no bravas.

De regreso a casa se encontró con una caja. La abrió y en su interior había carnes de la buena: posta, chuletas, además de chunchules y de guatitas. Un señor pequeño de bigotes a lo Leo Marini, se los dejó. Me contó esta historia entre distraído y ausente, que no es lo mismo. Le pregunté, así como que no quiere la cosa. "¿Y qué equipo ganó?" Y su respuesta fue lacónica y ausente: "Matadero po".

"Los domingos después de misa, los iquiqueños se iban al estadio de Cavancha".

Bernardo Guerrero Jiménez, sociólogo y académico Unap

Todas las noches, casi sin excepción, motociclistas deambulan a toda velocidad por las calles del sector sur de Iquique. Además del molesto ruido, esta acción pone en riesgo su vida y también la de terceros.

Movimiento

Pese a que fue sábado, ayer varias personas se trasladaron al sector centro para realizar compras escolares. Este es un indicador claro que las vacaciones comienzan a despedirse y que se acerca la rutina para niños, jóvenes y adultos. A disfrutar los últimos días.

Medidas

Mañana se espera la visita de la ministra del Interior, Carolina Tohá, a la región y en las próximas semanas estaría arribando el Presidente Gabriel Boric. Todos esperan que, además de las medidas para la migración, se hagan anuncios para el desarrollo de Tarapacá.