Conductores sin licencia
De acuerdo a datos entregados por Carabineros, las fiscalizaciones de tránsito realizadas durante el año pasado en Tarapacá permitieron detectar más de 21 mil casos de personas guiando vehículos motorizados sin la respectiva licencia de conducir. No cabe duda que se trata de una situación preocupante y que pone en riesgo a miles de automovilistas, ciclistas y peatones que transitan por las diferentes vías de la región.
Tal como lo indican las cifras, se trata de un problema recurrente y de difícil solución, toda vez que es imposible fiscalizar a los miles de vehículos que a diario se movilizan por las siete comunas de Tarapacá.
Esta ilegalidad, por cierto, va mucho más allá de una simple infracción y genera evidentes riesgos para la vida, sobre todo si se considera que, para acceder a este documento, es necesario cumplir con evaluaciones sicotécnicas, teóricas y prácticas que permiten establecer si una persona está apta para guiar una máquina que puede alcanzar sobre los 100 kilómetros por hora y pesar incluso más de dos toneladas. En esa línea, la Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito (Conaset) establece que quienes conducen sin licencia o con un documento fraudulento, son responsables entre un 8 y 20% de los lesionados y fallecidos en accidentes de tránsito.
Aunque no es una situación nueva en la zona, es evidente que el auge de los servicios de delivery ha profundizado el problema, por lo que se hace necesario no solo una mayor fiscalización policial o de los servicios públicos vinculados al tema, sino que se requiere de un trabajo coordinado con las empresas de aplicaciones móviles para que fortalezcan sus protocolos de seguridad y eviten vulneraciones.
Un avance importante en esta materia es la pronta puesta en marcha de la licencia de conducir digital, la que durante el segundo semestre de este año comenzaría operar en dos regiones del país: Tarapacá y Aysén. Posteriormente el sistema se aplicará de forma paulatina en el resto del país.
Con todo, lo más importante es que sean los mismos conductores quienes asuman el desafío de respetar la ley y, al mismo tiempo, su vida, la de sus familias y la de terceros.
"Esta ilegalidad, por cierto, va mucho más allá de una simple infracción y genera evidentes riesgos para la vida".