Locomoción colectiva y colapso vial
Ayer tres nuevas líneas de microbuses comenzaron a operar en Iquique y Alto Hospicio. La 1C, 600 y 12, que reemplazarán los recorridos que no operaban de forma constante en ambas comunas y que generaban complicaciones en la movilidad de los usuarios.
La medida viene en respuesta a empresas que habían dejado de prestar el servicio de forma eficiente, lo que generaba incomodidad en las personas de determinados sectores, quienes no tenían una locomoción que los acercara a sus hogares.
Sin duda es una respuesta necesaria, sin embargo, está lejos de ser una solución sensata a los problemas que presenta el transporte público en la Región de Tarapacá.
Pese a estos nuevos servicios, persiste una falta de buses en las lineas de locomoción colectiva, sumado a la inexistencia de lineas de colectivos, que en la mayoría de las regiones del país son una parte muy importante del transporte público.
Incluso el sistema de taxicolectivos, que hasta antes de la pandemia operaba de manera regular, pese a que ya era ineficiente desde el punto de vista vial, en la actualidad está más alicaído que nunca, donde ya es casi imposible encontrar un vehículo disponible, ya que la mayoría migró al trabajo de taxi en las aplicaciones de celular.
El delegado presidencial, Daniel Quinteros, manifestó que las nuevas lineas implican "poder garantizar el acceso de las personas y de las comunidades a distintos puntos de la ciudad", lo que sin embargo, en la práctica, está lejos de cumplirse.
Es cada vez más común ver vehículos aparcados a ambos lados de la calzada en todas las calles del centro, sumado a un sinfín de autos detenidos en doble fila y donde, pese a las infracciones que cursan carabineros e inspectores municipales, la cultura se mantiene, pues la alternativa del transporte público sigue siendo poco atractiva, con bajas frecuencias, recorridos difíciles de entender, sumado a los cada vez más comunes "no voy para allá" de los choferes de taxi.
Mientras no se cuente con un transporte público de calidad, difícilmente se podrá mejorar el colapso vial que tienen las calles de Iquique, tampoco bajará el número de vehículos circulando, pues las personas seguirá prefiriendo andar en sus vehículos particulares a esperar por la locomoción colectiva.
"Mientras no se cuente con un transporte público de calidad, difícilmente se podrá mejorar el colapso vial que tienen las calles de Iquique".