Patricio Iglesias P.

La ornamentación de casas con motivos navideños, y en especial juegos de luces, se ha tomado Iquique y algunas personas mantienen esta tradición hace años.

En un recorrido realizado por los sectores del centro y sur de Iquique fue posible apreciar como una gran cantidad de viviendas luce juegos de luces, animatronics de renos y trineos del Viejito Pascuero, además de una serie de figuras que anuncian la llegada de la Navidad.

Incluso, algunas personas optan por sacarse fotografías fueras de las casas apenas llega la noche, para resaltar la festividad navideña, lo que se convierte en un atractivo de los barrios.

Por los niños

Es el caso del adulto mayor, Silvestre Olmos, quien en el sector de calle Huantajaya con avenida Playa Brava lleva 17 años ornamentando su casa, lo que asegura lo hace por los niños. "Ya los míos son adultos y mi nieto vive en Santiago, pero es por los niños que hay en el sector del Campanario, los que vienen con los papás, tíos, algunos de los cuales también los disfrutaron cuando eran más chicos", indicó.

Oriundo de Copiapó, inició su periplo primero viviendo en Calama, donde se casó y ahí empezó -con su esposa- a adornar la casa con motivos navideños. "Primero era el interior, pero después decidimos también instalar fuera de la casa, poniendo luces", sostuvo.

Silvestre aseveró que tras trabajar en Calama llegó a Iquique hace 17 años, donde ha continuado con la tradición de ornamentar su hogar.

En su terraza y sitio de entrada cuenta con armazones de fierro realizadas por él mismo, donde instala las estructuras que después se adornan con luces.

"Yo no solo trabajo el fierro y hago soldaduras, sino que además reciclo materiales, por ejemplo, una base de una silla la usé para una hélice con luces, son cosas que hago con dedicación, solo para que las vean los niños, pues la Navidad es su fiesta", explicó.

Respecto al consumo de electricidad en diciembre sinceró que aumenta por la cantidad de luces y artefactos navideños que instala. Manifestó que en promedio son 10 a 12 mil pesos más, pero considera que no afecta sus ganas.

Una tradición que también mantiene Silvia Guevara en calle Orella, quien asegura que comenzó cuando nació su primer hijo, "pues en mi casa no celebraban mucho Navidad, pero con él me motivé para ir juntando juguetes, adornos y cubrir la casa con luces".

En su vivienda de tres pisos, instaló un maniquí con un trineo, en el que aparece el Viejito Pascuero, el que en las noches brilla junto con los renos animatrónicos.

"Armo todo a mediados de noviembre y se ha mantenido como una tradición durante todo este tiempo", destacó. En su colección cuenta con un pesebre, cuya estructura de cartón piedra tiene más de 50 años: "Ahí uso las figuras del pesebre que han ido sobrando".