El muro marroquí frente a la eficacia gala
Francia y Marruecos disputan hoy, desde las 16:00 horas, la segunda semifinal del Mundial de Catar en el estadio Al Bayt para definir quién enfrentará a la Argentina de Lionel Messi en la gran final del domingo.
N.L.G.
"Nos daban un 0,01 % de opciones y aquí estamos"
Marruecos sabe que es la selección que nadie esperaba en las semifinales del Mundial, pero esa misma sorpresa es lo que los motiva de cara al encuentro de hoy ante Francia a las 16:00 horas en el estadio Al Bayt, donde uno de los dos será el acompañante de Argentina para la final del domingo.
De esa sorpresa en la que se han transformado "Los leones del Atlas" tras alcanzar su primera semifinal habló el entrenador marroquí Walid Regragui, un descubrimiento en Catar por armar un equipo compacto, generoso en el despliegue y muy intenso en el juego, pese a asumir su cargo recién en septiembre.
"Al principio de la competición nos daban un 0,01 % de opciones de ganar. Ahora supongo que nos darán más. Vamos a tirar por tierra esas estadísticas", bromeó el entrenador, que cree que sería dar "un salto atrás" si solo se conforman con la semifinal.
El DT, que logró aunar un plantel enfadado por la mala relación con el extécnico Vahid Halilhodžic, apunta con objetivos altos, pese a tener al frente a la Francia de Antoine Griezmann, Kylian Mbappé y compañía. "Yo busco un cambio de mentalidad profundo. Si nos contentamos con la semifinal no habremos roto esa frontera. Estamos aquí para ganar el Mundial. Puede parecer una locura, pero es lo que buscamos", declaró.
El partido tendrá el particular duelo entre Mbappé y Achraff Hakimi, ambos del PSG. "Nadie le conoce mejor que él, que entrena todos los días a su lado y sabe qué tipo de jugador es", dijo Regragui, que descartó hacer "un dispositivo especial" para marcar a Mbappé. Del partido, dijo que "aquí estamos para ganar. Si Francia nos da el balón lo tomaremos, pero no creo que nos lo den".
Los marroquíes formarían con Bono; Hakimi, El Yamiq, Saiss o Dari, Attiat-Allah; Amrabat; Ziyech, Ounahi, Amallah, Boufal y En Nesyri.
"Nuestra fortaleza es la capacidad de adaptarnos"
Francia no quiere ser la última presa de Marruecos, la gran sorpresa del Mundial, y, por el contrario, su entrenador Didier Deschamps alaba la capacidad de mutar de su plantel, que en esta Copa ha sufrido como en los partidos ante Túnez e Inglaterra, pero que sigue viva en sus aspiraciones de alcanzar la final y su tercer trofeo.
"No hay una sola forma de ganar. Mi prioridad es adaptarme a las situaciones que afronto, a los jugadores que tengo con el objetivo de sacar lo mejor de cada uno y lo mejor del colectivo", dijo Deschamps sobre su equipo que no es una máquina ofensiva, pero sabe cómo ganar sus duelos.
Contrario a España, por ejemplo, Deschamps justifica el estilo práctico de su cuadro y añadió que "nosotros siempre tenemos la voluntad de tener el balón y de crear peligro al rival. Pero enfrente hay un rival. Polonia no lo había tenido mucho y cuando le afrontamos lo tuvo mucho más. Marruecos puede jugar al contragolpe, ya veremos. Tenemos que estar preparados para todo".
Francia ha convertido 11 goles y en todos sus encuentros ha recibido tantos, mientras que Marruecos solo ha encajado uno, por lo que el portero y capitán Hugo Lloris analizó que "habrá que tener paciencia, pero no se puede perder tiempo, hay que atacar fuerte y romper el muro marroquí lo antes posible".
Del rival, el meta del Tottenham Hotspur valoró que "han ganado a grandes naciones, a Bélgica, a España, a Portugal. No es casualidad, habla de su calidad en el campo, pero también de su cohesión y espíritu de equipo".
Los galos formarían con Lloris; Koundé, Varane, Upamecano, Hernandez; Tchouaméni, Rabiot; Griezmann; Dembelé, Giroud y Mbappé. Fuera de la cancha, en Francia habrá hoy un despliegue de 10 mil policías para evitar disturbios tras el duelo. Solo en los Campos Elíseos de París habrá 2.000 efectivos.