Redacción - La Estrella de Iquique

Durante la noche del pasado martes falleció el reconocido investigador y difusor del patrimonio cultural de la región, Senén Durán Gutiérrez (90), quien recientemente había sido galardonado como ciudadano destacado de Iquique.

El exponente de la cultura y el patrimonio local, nació en la región del Ñuble, pero estuvo gran parte de su vida ligado a Tarapacá, lugar al que llegó a vivir en la década de los 80. "Tras adentrarse en los rincones más profundos de la pampa, descubrió su pasión por el pasado remoto de la región, dedicando buena parte de su vida a la promoción e investigación, llegando a ser uno de los principales exponentes de la cultura", destacó en sus redes sociales la Municipalidad de Iquique.

Fue fundador del Círculo de Guías de Turismo de Iquique, donde fue profesor de Turismo Cultural, al igual que en la Universidad Arturo Prat.

También trabajó como asesor de historia para obras audiovisuales realizadas en la región; entre 2005 y 2007 fue asesor de turismo en la Ilustre Municipalidad de Iquique y, últimamente, pertenecía a la organización no gubernamental de rescate cultural e histórico del patrimonio de Tarapacá, ONG Repatriq, con quienes realizó diferentes ponencias.

A lo largo de su trayectoria desarrolló una destacada labor social, denunciando daños patrimoniales realizados por terceros y exponiendo por más de 40 años en liceos y escuelas sobre el Combate Naval de Iquique, temática en la cual se especializó.

Fue conocido por inmortalizar la siguiente frase: "Para los iquiqueños el conocer la historia de la batalla, es un deber moral".

Sus restos fueron velados ayer en el Círculo Social de Suboficiales Mayores de Tarapacá, ubicado en avenida Arturo Prat 1302.

40 años fue el tiempo que dedicó a difundir material sobre el Combate Naval de Iquique.

Como una apuesta por la economía circular para garantizar sustentabilidad de sus operaciones, la Base Iquique de Pesquera Corpesca ha desarrollado en los últimos 3 años una iniciativa de reciclaje, donde más de 300 toneladas de cables de acero, que se utilizan en las distintas operaciones de los barcos pesqueros, se transformaron en nuevas piezas para la industria, evitando que se conviertan en desechos.

La iniciativa de innovación, se inserta en un convenio entre Corpesca y la empresa Todo Izaje, del holding Bruening, y comenzó a operar en el año 2020, implicando el retiro de los cables que ya han cumplido su vida útil en los barcos de la pesquera, para luego fundirlos en las instalaciones que tiene la compañía en Alto Hospicio y reconvertirlos en otros productos relacionados a la industria pesquera.

Solo durante el año 2020 se retiraron 29.700 metros de cable, lo que equivale a 138 toneladas de este material, mientras que el 2021, en medio de la pandemia, la cifra se situó en los 14.100 metros de cables que es equivalente a 84 toneladas.

En otras palabras, el 100% de los cables que ya han cumplido su periodo de operación segura se retiran para ser reciclados.