Movilización: forma y fondo
Desde el lunes que camioneros de todo el país se mantienen en una movilización que ha generado una serie de complejidades en las rutas, desde el retraso en el tránsito hasta cortes en algunas zonas del territorio nacional.
La movilización responde principalmente a temas de inseguridad y también a las continuas alzas del combustible que reclaman los distintos gremios de camioneros y que en el norte del país lidera la Confederación de Transportistas Fuerza del Norte.
Se trata de una movilización que si bien en un primer día parecía resuelta, ha demostrado que no existe una verdadera unidad respecto a lo que busca el gremio nacional con respecto a las solicitudes que tienen los gremios en regiones, una de las principales causas que han impedido al Gobierno llegar a un acuerdo, pese a que se han entregado un paquete de medidas.
Nuevamente el Estado ha pecado en el sentido de centralizar el problema y pese a que el actual Gobierno le ha querido dar un énfasis mayor a las regiones, en este conflicto se demuestra que este mensaje aún no es bien asimilado.
Por un lado es importante que el Gobierno genere la posibilidad de negociación con estos gremios, pero es claro que tampoco se puede poner en peligro el uso de las rutas y menos el abastecimiento de insumos básicos para cada una de las ciudades y localidades del país.
Al mismo tiempo, si bien es necesario que se pueda brindar la seguridad para quienes ejercen la labor de llevar las necesarias cargas dentro del territorio nacional, no pueden tener un trato distinto al de todos los chilenos, quienes también han sufrido en el último tiempo los mismos problemas al interior de las ciudades y del mismo modo sufren con el precio no solo de los combustibles, sino que de miles de productos básicos que se han encarecido, entre otros factores, por los costos de los fletes.
Se espera que las partes en este conflicto lleguen a acuerdos y para eso es importante que ambas posiciones puedan ceder en sus posturas y permitan el bien común de la mayoría, para que no se siga afectando a la economía nacional.
"Nuevamente el Estado ha pecado en el sentido de centralizar el problema".