Agencias

Rusia, a través de las autoridades prorrusas de la región de Jersón, admitió ayer la posibilidad de un repliegue de su Ejército y llamó a la evacuación urgente de la población civil. Además, acusó a Londres de haber entrenado a fuerzas ucranianas en el uso de drones navales.

"Lo más probable es que nuestras unidades, nuestras tropas, se vayan a la parte de Jersón que se encuentra en la margen izquierda" del río Dniéper, dijo el vicegobernador de la región, Kiril Stremoúsov.

La retirada del Ejército ruso de la ribera derecha del río significaría la entrega de la ciudad de Jersón, la única capital regional ucraniana que ha conseguido controlar en más de ocho meses de campaña militar, y sería un revés igual o mayor que el repliegue en marzo de las afueras de Kiev y en septiembre de la región de Járkov.

"La vida en la ciudad de Jersón continúa. No hay problemas con los alimentos. No cesan los intentos (de la fuerzas ucranianas) de romper las líneas defensivas", escribió el vicegobernador en Telegram.

Evacuación

Sin embargo, Stremoúsov advirtió que los habitantes que aún no se han ido de la ciudad "deben marcharse cuanto antes".

Su advertencia coincidió con la publicación en redes sociales de imágenes de la sede de la administración regional de Jersón sin la bandera rusa, que ondeaba en lo alto de su frontis desde marzo.

Por su parte, Kiev se mueve entre el optimismo y la cautela.

"Seguramente pronto ocurrirá algo interesante en Jersón", dijo el secretario del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, Oleksiy Danílov, al comentar la retirada de la enseña rusa, y añadió: "Lo mismo ocurrió en Izium y otras ciudades cuando se acercaban nuestras Fuerzas Armadas".

Según el jefe de la inteligencia militar de Ucrania, general Kyrylo Budánov, en el frente de Jersón Rusia ha concentrado un contingente de unos 40.000 hombres, integrado por sus unidades mejor preparadas.

Aún así, Budánov prevé que la liberación de la parte de Jersón a la derecha del Dniéper podría concluir a fines de mes.

drones navales

Rusia, por su parte, sostuvo ayer que instructores militares británicos entrenaron a las Fuerzas Armadas de Ucrania en el manejo de drones navales diseñados para destruir barcos, argumento que utiliza como supuesta prueba de la supuesta implicación de Londres en el ataque contra la Flota del Mar Negro el sábado en Sebastopol.

Esta es una de las "pruebas" que la Cancillería rusa presentó a la embajadora británica, Deborah Bronnert, quien fue convocada por Moscú para representar la "enérgica protesta" rusa en relación a esta participación y entrenamiento.