"No es una película sobre la dictadura"
El drama protagonizado por Aline Küppenheim, que representará a Chile en los Goya, llegará a salas chilenas el 20 de octubre. Para construir al personaje principal, la directora se inspiró en su propia abuela y en la de la actriz.
Carolina Collins
La primera vez que Manuela Martelli y Aline Küppenheim trabajaron juntas fue en "Machuca" (2004), la película que hizo conocida a la primera como actriz. Ahora, casi 20 años después, se preparan para estrenar una nueva colaboración, que esta vez tiene a Martelli en el rol de directora.
"1976" es la ópera prima de Martelli, que tras un exitoso paso por Cannes, San Sebastián y Venecia, fue la escogida para representar a Chile en los Premios Goya en la categoría de Mejor Película Iberoamericana.
Filmada entre Algarrobo, El Quisco y San Antonio, la cinta es un drama con tintes de thriller que sigue a Carmen (Küppenheim), una mujer de clase alta que está instalada en su casa en la playa que está remodelando, donde recibe a su familia durante las vacaciones de invierno. Sin querer, esta madre, abuela y dueña de casa se ve directamente involucrada en lo que está ocurriendo en el país, cuando el sacerdote cercano a su familia le pide que lo ayude a cuidar a un joven que tiene escondido en la parroquia.
Aunque Carmen en un principio no sabe que se trata de un revolucionario que vive en la clandestinidad, de a poco se va haciendo parte de algo que, hasta entonces, había sido ajeno para ella.
Mujeres adelantadas
Se trata de una historia que la propia Martelli escribió junto a la guionista Alejandra Moffat, y que estuvo inspirada por su abuela materna, a quien no conoció. "Me daba mucha curiosidad porque yo no sabía que había estudiando a la Escuela de Artes Aplicadas después de haber sido madre y dueña de casa", cuenta la cineasta. "(Era) una persona adelantada para la época que tenía otras aspiraciones", agrega.
Así fue como la cineasta comenzó a idear a Carmen, personaje que cuenta que terminó de imaginar con ayuda de la propia Aline Küppenheim, que le contó de su propia abuela. "Y descubrí que también era una mujer adelantada a la época, que tenía un montón de curiosidades, un montón de mundo, a pesar de también cumplir con estos parámetros de la mujer madre y dueña de casa", relata quien se hizo conocida, primero, como actriz tras su debut en el cine cuando era una adolescente en "B-Happy" (2003), de Gonzalo Justiniano.
-¿Qué fue primero? ¿Esta historia o tus ganas de dirigir?
-Yo siempre quise dirigir, siempre me gustó mucho el cine y de hecho creo que llegué a la actuación por ahí, porque me interesaba mucho el cine como formato, me gustaba mucho y quería ser parte de eso. Ahora esta historia también era algo para mí que tenía esa necesidad, de contar esto. Fue un proceso largo y para mí empezar y hacer cine también tenía que ver con tener algo que contar, no llegar y hacer cine por hacer cine, sino que tener algo que valiera ir a sentarse una hora y media al cine.
-¿Cómo fue dirigir a Aline Küppenheim, con quien compartiste como actriz en "Machuca"?
-Fue un gran placer, porque a la Aline yo siempre la he admirado como actriz y poder trabajar con ella fue un honor para mí y un placer además, verla encarnar este personaje que yo había estado tanto tiempo escribiendo y creo que le dio algo muy especial al personaje.
-¿Por qué sentiste que era necesario abordar la dictadura desde este punto de vista?
-Porque yo creo que gran parte de lo que sabemos de esa época está contado desde el punto de vista de los hombres y desde el punto de vista de la gran historia, no desde el punto de vista de lo que ocurre en una casa, desde el punto de vista de una mujer. Pero además hay temas que para mí siguen siendo tan contingentes, que están tan presentes, más allá de la dictadura como temática. Para mí la película lidia con la conciencia histórica y de lo que sucede más allá de tus cuatro paredes de tu casa; para mi esa es la película. No es una película sobre la dictadura, no es su eje, la película tiene que ver con la mirada, con una mujer que vive en un contexto de comodidad es capaz de ver lo que pasa afuera.
-¿Cómo sientes que eso se conecta con el presente del país?
-Para mí es eso, tiene que ver con esa encuesta que salió hace un tiempo que para mi fue súper como reveladora, (sobre) la consciencia que tenía la clase más acomodada en Chile de lo que pasa más allá de su barrio. Para mí esa es la contingencia de la película, la consciencia, la capacidad de ver, cuánto sabe uno de lo que pasa más allá de la reja de tu casa. Hablo de reja, la necesidad de protegerse del otro, en vez de ser consciente del otro y sentirse parte de lo mismo. Yo creo que tiene que ver con eso, que hay un grupo que siempre está abogando por sus propios intereses y privilegios. esa frase de la Cecilia Morel: "Amiga, vamos a tener que compartir los privilegios", no sé cuánto realmente está dispuesta esa clase a compartir.
"A la Aline (Küppenheim) siempre la he admirado como actriz y poder trabajar con ella fue un honor y un placer además.
"Yo siempre quise dirigir, siempre me gustó mucho el cine y de hecho creo que llegué a la actuación por ahí, porque me interesaba el cine.
20 de octubre se estrenará en los cines nacionales "1976", película de Manuela Martelli.
39 años tiene Martelli, quien debutó en la actuación con 19 años en "B-Happy".