Comercio informal
Es claro que la economía mundial, nacional y local no pasan por el mejor momento. El precio del dólar, la inestabilidad política y la escasez de ciertos insumos han generado una situación inflacionaria que en Chile hace décadas no ocurría.
Todo lo anterior también ha significado una inestabilidad o precariedad en el empleo y con ello el aumento de los denominados informales, lo que se aprecia claramente en el comercio, donde se ven a más personas vendiendo en la periferia de la feria libre, en las calles del centro y otros sectores de la ciudad.
Es preciso señalar que quienes venden a través de redes sociales, también son parte del comercio informal, al menos en su mayoría, pues tampoco entregan boleta, es decir, no pagan impuestos ni tienen iniciación de actividades como empresa.
En ese escenario, es importante que el Estado se haga cargo de esta problemática, que trasciende en que se genere una actividad económica fuera del brazo de la ley, donde tanto el comprador como el vendedor se relacionan en la buena fe, pero en caso de existir problemas no existen garantías de las compras, tampoco del origen de los productos, que incluso podrían ser robados.
Es importante que los distintos organismos realicen un trabajo serio con el fin de regular la actividad informal, sobre todo por que son millones de pesos que se evaden en impuestos, no solo de quien vende finalmente el producto, sino que también de quienes proveen estas mercancías.
Actualmente vemos como cada día crece el número de personas que se dedican a estas actividades, lo que muestra el deterioro de la economía y la competencia desleal con quienes sí se han preocupado por años por trabajar bajo las reglas, lo que se ve principalmente en los pequeños comerciantes que sufren fuertes caídas en sus ventas debido a que cinco metros afuera de sus locales hay personas ofertando lo mismo, pero más barato, ya que no tienen ningún costo extra de mantención.
La inacción de las autoridades genera un círculo vicioso, donde por un lado se hace la vista gorda para algunos, pero se dañan las arcas fiscales y la posibilidad de llegar con recursos a miles de familias que también necesitan apoyo.
"Es importante que el Estado se haga cargo de esta problemática".