Una crisis compleja
La noche del sábado la migración irregular que se está dando en la frontera de Colchane cobró una nueva víctima. Se trata de la muerte 24 desde que se inició una crisis que ha llevado a más de 60 mil personas a cruzar la frontera de manera clandestina.
En medio de lo que parece un clima mucho menos complejo que lo que sucede el invierno en Colchane, cientos de personas buscan atravesar por los distintos pasos irregulares, donde pese a un mayor contingente por parte del Estado para realizar los controles, el fenómeno migratorio se seguirá dando frente a una necesidad de miles de personas de buscar un mejor destino para sus vidas y las de sus hijos.
Independiente de que la mayoría de los chilenos pretendan que se le ponga un freno a este ingreso, en términos prácticos es imposible en la medida de que exista esta necesidad humana, más aún cuando se le ponen más trabas al ingreso regular, se desencadenas situaciones más complejas en la clandestinidad, donde surgen las bandas de tráfico de migrantes, el ingreso de personas que buscan delinquir que se pueden confundir más fácil en la multitud y el atropello a los derechos humanos, tanto de quienes migran como de las comunidades que los acogen.
Venezuela es en la actualidad el país con mayor éxodo obligado de sus habitantes, quienes ante las complejidades económicas, de seguridad y de libertades personales han saldo en busca de un mejor futuro.
En Chile se deben tomar medidas, pero sin duda estas no pueden ir solo desde el punto de vista punitivo, como la galería lo pide, y donde las autoridades deben tener el temple que se requiere para afrontar las críticas y generar un plan de regularización paulatino que permita afrontar de mejor manera un fenómeno, que a pesar de las palabras de buena crianza, no tendrá el apoyo de los países de la región que sería el ideal en este tipo de problemáticas.
Este problema cada día crece y se le debe poner un atajo rápido, pero para ello se requieren grandes anuncios y recursos para fortalecer el Servicios de migraciones, aumentar sus recursos humanos y tecnológicos y poder avanzar rápidamente hacia un mayor orden y fortalecimiento de la política migratoria nacional.
"En Chile se deben tomar medidas, pero sin duda estas no pueden ir solo desde el punto de vista punitivo".