Tras la tercera semana de clases presenciales la ministra de Salud, María Yarza, dio a conocer nuevas medidas para el control del coronavirus, entre ellas la creación de Comisión Nacional de Respuesta Pandémica, que entregará las directrices respecto al virus.
La secretaria de Estado, anunció además que los aforos de las salas de clases dependerá del estado de protección de cada curso, donde un porcentaje adecuado sería que el 80% de los estudiantes estén vacunados.
En este sentido, lo que se busca es asegurar el derecho a la educación para los padres que no deseen vacunar a sus hijos, sin embargo, se requerirá que se hagan testeos periódicos en los casos de los estudiantes sin inoculación.
Lo anterior, parece una medida sensata de cara un año escolar que recién comienza, pero que, en general, no ha tenido mayores contratiempos a causa de los brotes pandémicos al interior de los recintos educacionales, como se pensaba, principalmente, desde el gremio de los profesores y las dudas que surgían en los apoderados.
Según datos del Ministerio de Salud, de los 1.500 establecimientos educacionales en el país solo un 1% ha tenido brotes, lo que da cuenta de que los protocolos han resultado y que se pueden generar acciones que permitan mantener estas cifras positivas.
Independiente de los detalles es importante ver cómo, poco a poco, se van retomando todas las actividades sociales, donde sin duda, la escuela es la más importante, tanto para el presente y el futuro del país, lo que hasta hace un año parecía imposible de poder realizar.
Por todo lo anterior, es importante que las autoridades locales también vayan adecuando sus gestiones a un escenario pospandémico, de modo de poder ir generando actividades con acciones preventivas y dentro de los márgenes establecidos, pero que de igual modo se ejecuten.
Tarapacá, e Iquique particularmente, requieren que se pueda volver a una especie de normalidad en tiempos donde, gracias a la vacunación, las personas ya pueden hacer sus vidas sin confinamiento, diferente al escenario de hace dos años.
"Es necesario que las autoridades locales también vayan adecuando sus gestiones a un escenario pospandémico".