Ignacio Silva

Probablemente no lo había pensado, pero si usted es una de esas personas que cuando va a la oficina se toma al menos un café al día en una cafetería, podría estar destinando $58.000 al mes a ese hábito. Y si el gasto se expande al año completo, ascendería a $696.000.

Ese es uno de los ejercicios didácticos que hizo la plataforma digital de inversiones Clever y que permitieron identificar los cinco principales mayores gastos hormiga de los chilenos.

"En general, llamamos gasto hormiga a esos pequeños gastos no trascendentales que hacemos a diario y que difícilmente permiten proyectar el gasto total acumulado en el tiempo, porque son casi marginales. El problema es que, al sumarlos, tienen un impacto considerable en nuestra capacidad de ahorro", explica Adriana García, Content Strategist de la plataforma.

Osvaldo Segovia, académico de la Escuela de Economía y Negocios UCEN, agrega que el problema de éstos es la facilidad con la que se van sumando. "Día a día vamos sumando dinero, casi sin darnos cuenta, en compras de café, dulces, alguno que otro snack, cigarros y otros productos que, si bien no tienen un valor elevado, la suma semanal, mensual o anual, sí nos afecta y alcanza un monto importante que podríamos ahorrar para usos más importantes y necesarios", desarrolla.

El especialista comenta además que este tipo de consumo es evitable "porque no son imprescindibles, como la alimentación o el pago de servicios". Tesis de la que difiere Adriana García.

"Es muy subjetivo definir si un gasto es necesario o no y evitarlos por completo no es necesariamente la gran una solución para tener una buena salud financiera. Sí es importante priorizar y gastar inteligentemente, sobre todo en épocas donde el ahorro es necesario", plantea la Content Strategist de Clever.

Top 5

Además del café, el estudio de Clever estableció que entre los principales gastos hormiga de los chilenos se encuentran los delivery de comida, la contratación de plataformas de streaming, el uso de apps de transporte y la compra de alimentos que no se llegan a consumir.

La buena noticia es que pese a lo normalizados que están, con un esfuerzo estos gastos se pueden reducir.

"Por ejemplo, en el caso del café la idea no es privarnos. Podemos prepararlo nosotros y para hacerlo basta con una prensa francesa de calidad y un buen café de grano", plantea García.

En cuanto al delivery y las plataformas de streaming, la especialista comenta que hay "trucos" que pueden ayudar a reducir la inversión.

"El primero es compartir cuentas de streaming con tus amigos para pagar a medias, lo que en el papel permite que tengas el mismo contenido pero pagando la mitad", dice. "Por otro lado, el delivery suele ser un gasto más complejo de optimizar, pues se requiere organización y tiempo para preparar tus comidas. Pero si bien hay muchos factores a considerar, se estima que la comida hecha en casa es menos del valor de una por delivery".

A la hora de analizar los gastos en apps de transporte, García admite que la mayor parte de ellos se realizan por seguridad, por lo que no tiene sentido evitarlos.

"Sin embargo, una parte no menor de esos viajes se dan por malas programaciones. Algo simple, pero que requiere voluntad, es andar con tiempo", propone la especialista.

Por otro lado, un estudio de la Universidad de Talca reveló que para el 94,9% de las personas en Chile botar comida acumulada en el refrigerador es una práctica normal.

"En un presupuesto promedio de una familia que destina mensualmente $180 mil en alimentos, al menos $30 mil en comida preparada se iría literalmente a la basura, sin usarse", agrega García. "Si bien para algunos será tedioso, no sería mala idea darse un tiempo para analizar cuánto es lo que consumes realmente, o qué cosas cocinas durante la semana. Así, la lista del súper no solo irá con el producto, sino que con las cantidades".

Para Osvaldo Segovia, la clave para disminuir estos gastos está en tener conciencia de ellos. "En este caso se aconseja hacer una lista de lo que se gasta en el día a día, así se podrá tener un control de los gastos e identificar los que no son necesarios y de esa forma ver cómo se pueden reemplazar", comenta el académico.

Por su lado, Adriana García plantea algo similar: "El mayor consejo es sentarse a hablar de tus finanzas y determinar cómo puedes desarrollar tu hábito del ahorro. Suele ser una conversación muchas veces tediosa o incómoda, pero es necesaria. Cada uno tiene sus prioridades y sus gustos, pero ahorrar no necesariamente debe ser visto como un sacrificio, sino que hay que enfocarlo como una transferencia a tu yo del futuro".

"Es muy subjetivo definir si un gasto es necesario o no. Por eso hay que priorizar y gastar inteligentemente".

Adriana García