Pampa del Tamarugal: forestar para preservar
Con un territorio que abarca más de 134.000 hectáreas, la Reserva Nacional Pampa del Tamarugal es un área silvestre protegida que destaca por el desarrollo de formaciones boscosas en pleno desierto de Atacama, donde predominan especies como el algarrobo, pimiento y el emblemático tamarugo.
Esta reserva posee la plantación más extensa del país con una especie nativa, alcanzando una superficie de 22.795 ha. Sin embargo, el origen de estos bosques obedece a antiguas iniciativas estatales y privadas tendientes a recuperar, mediante la forestación, la superficie boscosa desaparecida debido a la severa explotación que sufrieron las formaciones naturales que existían en la Pampa del Tamarugal.
Hoy, 50 años más tarde, se vuelve a emprender el desafío de reforestar con especies nativas parte del territorio regional. Para lograr este cometido, Conaf trabajará en la implementación y ejecución de un programa que tiene como eje central contribuir a la mitigación de los efectos del proceso de desertificación y el cambio climático que afectan a la región, mediante la restauración hidrológica forestal. Para ello, se forestará con tamarugos 100 hectáreas en un lote de la citada reserva en Huara, mientras que se plantarán 16 hectáreas con queñoas en el Parque Nacional Volcán Isluga, en Colchane. Asimismo, el proyecto contempla la participación de los pueblos originarios, con la finalidad de tomar el conocimiento ancestral que poseen en el cuidado del medioambiente y promover su participación en la conservación del patrimonio natural y cultural.
El proyecto va en la línea de lo comprometido en la reciente Conferencia de las Partes (COP 26) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que estableció poner fin a la deforestación y degradación de ecosistemas forestales.
Con el fomento de la forestación de especies nativas, además de aportar a la mitigación de los efectos del cambio climático, devolvemos a la Pampa del Tamarugal una parte de su pasado, ese que, según cronistas e historiadores, la describían como un territorio con vastos bosques de tamarugo, en los que antiguos hombres dejaron su legado y que nuestro deber es preservarlo.
"Con el fomento de la forestación de especies (...) devolvemos a la Pampa del Tamarugal una parte de su pasado".
Juan Ignacio Boudon,, director regional Conaf