Transportistas escolares siguen en mal momento
Pese al regreso paulatino de las clases, no han tenido demanda para retornar a sus servicios.
Pese a la reapertura progresiva de los colegios, el gremio del transporte escolar en la región sigue sin recuperarse y explican que la mixtura de clases presenciales y virtuales, además de la asistencia a los establecimientos con aforos reducidos, no ha permitido la normalidad de cubrir los cupos disponibles de cada vehículo.
Lo anterior genera preocupación, puesto que han tenido que recurrir a otras estrategias para sobrevivir económicamente, y para quienes han tenido un escenario más complejo, incluso han optado por vender sus máquinas para pagar los préstamos bancarios.
Rosa Figueroa, quien es presidenta de la Agrupación Zona Norte de Iquique, explicó que los socios de su agrupación mantienen al menos por este mes contratación con la Corporación Municipal, para la movilización del personal médico.
"Todos los socios estamos trabajando en transporte de carga, y con el Departamento de Salud de la Cormudesi, pero con respecto a volver a clases ahora dependemos solamente de los apoderados, no hay demanda", contó.
La dirigenta relató, sin embargo, que "este contrato con Cormudesi se hace mes a mes, pero igualmente hemos tenido bajas, esto genera incertidumbre y tuve que tener reuniones virtuales explicando la situación, porque no estamos 100% seguros de la pega".
Varios transportistas que no pertenecen a la agrupación han sido contratados para otras labores de movilización, no obstante, los han ido cortando tras finalizado el estado de excepción, y haber mermado el traslado de personal médico a honorarios.
Por su parte, la dirigente Priscilla Pérez, presidenta de la Primera Agrupación de Transporte Escolar de Alto Hospicio, y que reúne a una veintena de socios, dijo que aunque algunos furgones han vuelto, esto ha sido paulatino al no haber jornadas completas.
"Hay un grupo con licitación con la municipalidad y está trabajando en Salud, pero es muy pequeño, hay tres cupos para ese trabajo y se están rotando seis tíos, dijo. Pérez narró que mensualmente podían llegar movilizándose con dos furgones a la suma de un millón de pesos en promedio, a lo que se restaba gastos de combustible y mantención de la máquina, al igual que las letras del pago del vehículo a los bancos.
"Hay tíos que se debieron reinventar y están haciendo transportes, pero de otros trabajos, y muchos han vendido sus máquinas para sumarse al comercio, en mi caso mi esposo hacía InDriver con nuestro auto particular", relató.
Finalmente Miriam Valencia, presidenta de la Federación de Transporte Escolar del Norte, y que agrupa asociaciones desde Arica hasta La Serena, señaló que "hay colegas que han comenzado a trabajar, pero no han podido repuntar, algunos andan con cinco niños y los que han tenido suerte han llegado hasta los 10, pero nadie anda completo con los puestos del furgón".