Astrónoma: "Si hubiera que parar un asteroide, nos demoraríamos 5 años"
La especialista española, Julia de León, asegura que si se hallara pocos meses antes del impacto sólo quedaría evacuar la zona afectada.
EFE
Con la tecnología actual, si uno de los 2.000 asteroides potencialmente peligrosos fuera una amenaza real, harían falta mínimo cinco años para intentar desviarlo, según la astrónoma española Julia de León, que además anunció que para este año está previsto lanzar una misión que marcará un antes y un después en la defensa planetaria.
Investigadora del Instituto de Astrofísica de las islas españolas de Canarias (IAC), De León forma parte tanto de esa misión, llamada AIDA, como de la OSIRIS-REx, que en 2023 regresará a la Tierra con muestras del asteroide Bennu para su estudio. La cara y la cruz de estos objetos que califica de "fascinantes".
¿Qué es un asteroide y hasta qué punto deberíamos estar preocupados por si uno choca contra la Tierra?
Los asteroides son los bloques de formación de los planetas, son remanentes que han quedado de esas primeras etapas de formación de nuestro Sistema Solar y por eso es tan interesante estudiarlos. Los hay desde unos pocos metros hasta cientos de kilómetros; algunos son rocas monolíticas y otros están formados por trozos más pequeños que se mantienen unidos por la gravedad. Conocer el tamaño, la forma y la composición de un asteroide, además de su trayectoria, es fundamental para saber si debemos preocuparnos.
¿Conocemos todos los asteroides potencialmente peligrosos?
Los asteroides cuyas órbitas los acercan a la Tierra (NEA) son los que debemos vigilar. Entre ellos, los llamados potencialmente peligrosos, son los que tienen un tamaño igual o mayor de 140 metros, y que se acercan a una distancia igual o inferior a 20 veces la de la Tierra a la Luna (unos 350.000 kilómetros). Tenemos identificados casi 2.000 potencialmente peligrosos, pero estimamos que solo hemos descubierto entre el 30 y el 40 % del total de NEAs con tamaños entre 100 metros y 1 kilómetro. Por lo tanto queda mucho trabajo por hacer.
¿Si se descubriera uno que fuera a estrellarse contra la Tierra, se podría hacer algo?
Actualmente, si un asteroide fuera a estrellarse contra nosotros y lo descubriéramos, digamos, unos meses antes, no podríamos hacer absolutamente nada, más allá de evacuar la región donde fuera a impactar. Con la tecnología actual necesitaríamos un mínimo de cinco años para poder intentar desviarlo. Esto es justamente lo que queremos probar con la misión conjunta AIDA: una tecnología para desviar un posible impacto de un asteroide.
¿Cuál es la importancia de la misión?
Esta misión marcará un antes y un después en el campo de la defensa planetaria. Por primera vez vamos a pasar de hacer hipótesis sobre si se puede o no evitar una colisión con la Tierra, a poner en práctica una técnica que llamamos de "impactador cinético": Lanzar una nave contra un asteroide para desviar su órbita. En octubre de 2021 vamos a lanzar la nave DART hacia el sistema binario Didymos, formado por un asteroide principal, de unos 800 metros, al que da vueltas otro más pequeño, Dimorphos, de unos 160 metros. DART se estrellará contra Dimorphos y mediremos en qué medida somos capaces de cambiar su órbita.