OPINIÓN
Formar docentes
La Formación Inicial Docente (FID) tiene en Iquique una data del siglo XX, es la sede de la Universidad de Chile la que inicia esta, más muchos jóvenes iquiqueñas(os), lo hicieron también en la sedes de la Universidad de Chile y Católica del Norte en Arica y Antofagasta, a ello se agregan quienes estudiaron en la Escuela Normal de Antofagasta, para solo referir al Norte Grande.
La FID es estratégica en un desarrollo país, es la proyección de un futuro y de ello dependen las cohortes de docentes que estarán ejerciendo la docencia en tres décadas a lo menos y, por eso, los planes de mejoramiento y convenios marco han tenido como objetivo en las universidades chilenas, actualizarlas, innovando en sus mallas curriculares e incorporando la inclusión, la integración y el acceso a estas carreras, llamadas pedagogías, como a la vez conocer el impacto de sus egresos en sus distintas ocupaciones.
La ley de carrera docente 20.903 del año 2016, establece nuevas exigencias a las universidades, como el acceso, la renovación de sus mallas, acreditación más exigente, dado que fueron las pedagogías y las carreras de medicina las que comenzaron obligatoriamente esta medición de calidad desde el año 2003, a ello, se agregan pruebas de medición, como la Evaluación Nacional Diagnóstica que mide los trayectos de las pedagogías. Actualmente y ante investigaciones realizadas que alertan una disminución de postulaciones a las pedagogías desde el año 2017 (Elige Educar 2021) sumado a la vulnerabilidad de aprendizajes que ha llevado la pandemia (2020-2021), ha señalado una alerta que aumenta con las deserciones de docentes noveles a los 3 años de ejercicio, que ha llevado a pronunciamientos del Consejo de Decanos de Facultades de Educación del Consejo de Rectores de Universidades Chilenas (CONFAUCE) y de la Subsecretaria de Educación Superior, entorno a las exigencias de las ley para asegurar futuros cohortes de ingreso.
El desafío de la FID, actualmente, no es solo de un dominio de los contenidos de especialidad, sino también y como lo expresan variadas investigaciones al respecto (MIDE:2019, CIAE:2018), son el desarrollo de didácticas, diversificación de evaluaciones, dominio de TAC (Tecnologías de Aprendizaje y Conocimiento), resolución de conflictos y convivencia, entre otros que atiendan a la realidad del ejercicio de la docencia en Chile y sobre todo con urgencia en Tarapacá, y eso se logra con un estrecho contacto de la academia universitaria con los colegios , integrando saberes horizontales, activando estrategias de desarrollo regional de metas planificadas e investigaciones que retroalimenten la FID constantemente para que mejoren los aprendizajes escolares: un escenario a lograr en la postpandemia.
"La ley de carrera docente 20.903 del año 2016, establece nuevas exigencias a las universidades".
Patricio Rivera Olguín, Académico Unap