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A diferencia de los neoliberales, que entienden que la sociedad se estructura a partir de la competencia, nosotros entendemos el mundo desde la colaboración. Desde la creación colectiva y la priorización del bien común por sobre los intereses personales. Por eso hemos invitado al Presidente Piñera a colaborar. Le hemos presentado seis iniciativas donde toda la oposición del Senado está dispuesta a colaborar ,porque estamos convencidos que es lo mejor para nuestro país, partiendo por la renta básica universal, que significa terminar con los bonos y préstamos que focalizan y dejan mucha gente fuera del derecho que todos tienen de ser protegidos por el Estado, más aún cuando tenemos al 70% de la población confinada.
Si el Presidente tiene la sabiduría para impulsar legislaciones que unan a los chilenos y chilenas y no insistir en proyectos que generen división, creo que podemos tener una relación de mucha colaboración. Nada mejor para Chile que el gobierno levante el vuelo y supere este vuelo rasante que ha tenido prácticamente desde que asumió.
-¿Qué prefiere: tercer retiro de fondos previsionales, la reforma de pensiones propuesta por el gobierno, ambos o ninguno?
-Yo estoy abogando por una renta básica universal, sobre todo en el contexto de la pandemia, que lleguemos a todas las familias con un piso de recursos mínimo, con una transferencia en dinero, que les permita cuidarse y quedarse en casa sin sufrir, ni pasar frío o hambre. Creo que tenemos que superar la lógica del gobierno, de los bonos o créditos, con múltiples requisitos, que dejan fuera a mucha gente. Esta idea de que el Estado tiene que ahorrarse plata, como que la fuera a malgastar si la traspasa a las familias. La crisis social, de salud y económica es tan grave, estamos con cuarentenas limitando la libertad de trabajo en tantas partes, que es inoperante tratar de buscar una focalización cuando según los informes oficiales casi el 90% de las familias no tienen lo mínimo para terminar el día.
Si el tercer retiro del 10% avanza en el Congreso lo hará además con votos de parlamentarios de gobierno. Y si eso es así, será por la propia incapacidad del gobierno de tomar las decisiones adecuadas para llegar con apoyo real a las familias que sufren.
-Las crisis sociales y sanitarias, ¿debieran sortearse usando ahorros individuales?
-No. Por el contrario. Yo abogo precisamente para que sea el Estado y no las familias, el que se meta la mano al bolsillo. El problema es que las soluciones ofrecidas por el Estado hasta ahora han sido tardías e insuficientes.
-¿Cuál es su visión sobre la reforma de pensiones propuesta: qué le gusta y qué no?
-Creo que la propuesta del gobierno es un último intento desesperado por salvar el modelo de capitalización individual y no avanzar a una reforma de fondo. Es una minireforma que consolida el sistema actual a cambio de un incremento menor en el pilar solidario. Yo prefiero que las bases de un verdadero sistema de seguridad social sea una discusión de la Convención Constitucional. Me parece que eso es lo coherente en el momento político del país.
-¿Hay alguna agenda regional que le parezca particularmente atendible?
-Por cierto. Yo soy nacida y tengo mi casa en Vallenar. Conozco bien la realidad de las regiones del país y tengo un compromiso con descentralizar el poder, con acercar las decisiones a las comunidades y territorios. Si la ciudadanía no siente que las decisiones están más cerca que votar cada cuatro años, la democracia va perdiendo sentido y legitimidad. Soy parte de la bancada regionalista del Senado desde que fui electa. Tenemos pendiente una Ley de Rentas Regionales que entregue recursos y poder real de decisión a las regiones. Tenemos pendiente otra ley de transferencia de competencias desde el centro a las regiones. Chile ya no resiste más que para poner un semáforo en una ciudad de regiones haya que pedir autorización a Santiago.
El gobierno en esto ha estado remolón. No es un problema de derecha o izquierda. El centralismo no tiene color político. Los regionalistas también estamos en todos los sectores y yo espero colaborar sobre todo este año, en que por primera vez en nuestros 200 años de vida republicana vanos a elegir un gobernador regional. Por primera vez en nuestra historia la primera autoridad de cada región no será un representante del presidente o presidenta de turno en la región, sino que será un representante de la ciudadanía de la región ante los otros poderes del Estado.
-¿Es partidaria de una primaria para toda la oposición que incluya el PC?
-Yo soy partidaria de la máxima unidad opositora y de ningún camino propio. Creo que la mejor opción para Chile es un gobierno de mayoría y de centroizquierda. Pero como le dije, desde el rol que desempeño ahora, creo que el tema de las candidaturas presidenciales y los procesos electorales es una materia que corresponde a las directivas de los partidos políticos. No corresponde que yo emita una opinión. Además tenemos, si la pandemia lo permite, una elección en dos semanas más que me parece clave para los chilenos y chilenas, para la calidad de vida en cada territorio. Los concejales, alcaldes y gobernadores regionales son la elección más cercana a los territorios para mejorar la calidad de vida de las familias. Y los constituyentes encarnarán la soberanía popular para escribir el texto que definirá el país de los próximos 40 o 50 años. Mi llamado es a que cada cual, de cualquier sector, se la juegue por promover a los candidatos que le parezcan mejor para el país en esa elección que es muy relevante.
-¿Qué espera de la Convención Constitucional?
-Que pueda de verdad encarnar el espíritu de Chile para diseñar el país del futuro, el país de la colaboración. Construir una sociedad basada en la solidaridad y el bien común. La Convención será un hito histórico, paritaria, con pueblos originarios, un ejercicio de soberanía ciudadana como ningún otro hemos visto y espero como presidenta del Senado hacer todo cuanto esté en mis manos para ayudar a que tenga un desarrollo exitoso en beneficio de las grandes mayorías que queremos un Chile más acogedor y justo.