"Tenemos que superar la lógica del gobierno de bonos o créditos"
La legisladora DC evalúa sus primeros días en el cargo, dice que no ha sido dura con el Gobierno y, junto con repasar temas contingentes, cuenta que invitó al Presidente a legislar seis materias prioritarias, partiendo por una renta básica universal.
Por Patricio Tapia
Que la presidencia del Senado pase de una mujer a otra no es algo común en nuestro país y puede verse como un signo de un cambio.
El traspaso de la titularidad de Adriana Muñoz (PPD) a Yasna Provoste (DC) ocurre en medio de otros cambios no menos importantes para el país, desde el proceso constituyente hasta la situación de la pandemia y las urgencias económicas, sociales y de salud que implica.
La senadora por Atacama está consciente de todo eso y tiene una serie de proyectos como urgencias de la agenda legislativa (en particular, el establecimiento de una renta básica universal) y espera que la relación con el gobierno sea de colaboración, especialmente en el contexto de la crisis actual, aunque su discurso de entrada fue distinguirse claramente como una política de oposición.
-¿Cómo han sido los primeros días como presidenta del Senado?
-Han sido días agitados, pero buenos. Siempre he considerado la política como una actividad de servicio digna y fundamental para las sociedades y la presidencia del Senado es por cierto un privilegio que agradezco y asumo con humildad. Quiero ejercer este rol de manera muy activa y cercana a las personas, es una oportunidad para relevar cuestiones que me parecen fundamentales. Mi primer encuentro fue con los rectores de las Universidades Chilenas, porque son instituciones fundamentales para el desarrollo y la integración de Chile. Acabamos de tener una sesión especial para buscar nuevos acuerdos y nuevas medidas para hacer frente a la pandemia y hemos invitado al gobierno a sumarse a una agenda legislativa en favor de las familias de Chile.
-Su antecesora fue también una mujer. ¿Cree que estamos viviendo mejores tiempos para las mujeres?
-Viviremos mejores tiempos para las mujeres cuando erradiquemos la violencia de género. Pero como dijo Adriana Muñoz, por cierto valoramos que una mujer Presidenta del Senado ya no sea un accidente, o una noticia, y tenemos mucha esperanza en un país que a partir del proceso constituyente será reconstruido en paridad. Me parece que es parte del cambio del ciclo histórico de Chile y espero que sea el principio de muchas reformas que faltan para alcanzar la igualdad entre hombres y mujeres.
-Se ha destacado que es la primera mujer con ascendencia indígena en su puesto. ¿Piensa que el país está al debe con sus pueblos indígenas? ¿De qué manera se puede saldar esa deuda?
-Lo dije cuando asumí la presidencia del Senado. Asumo este cargo desde lo que soy. Por cierto, soy una mujer de ascendencia diaguita, de lo que siento un profundo orgullo. Soy testigo de cómo históricamente se ha postergado o no considerado a nuestros pueblos originarios. Incluso ahora que se ha acordado tener escaños reservados en la Convención Constitucional la discusión fue mezquina y centralista, porque para tener una representación ideal los escaños reservados debieron ser el doble. Pero tengo mucha esperanza, porque creo que la revaloración de las culturas originarias llegó para quedarse y confío que en el futuro los escaños reservados estarán en muchas instituciones.
-Su trayectoria también la ubica junto a otras categorías maltratadas, como los profesores…
-Me siento parte del gremio docente. Sé de su compromiso. Me consta cómo se han esforzado durante la pandemia para acompañar a los niños, niñas y adolescentes, a veces a distancia, a veces sin conexión. Me duele cuando desde Santiago y desde el poder central a veces no se ve lo que cuesta en las zonas más extremas sostener un sistema educacional en crisis en medio de la pandemia y siento como propio el dolor cuando a los profesores se los trata de flojos, porque me consta que nada es más equivocado. Una de las cegueras que hemos tenido como Estado es no dar más y mejores herramientas al sistema educacional público para seguir trabajando con las comunidades escolares durante la pandemia.
-Como senadora ha sido más bien dura frente al gobierno. ¿Será distinta la situación como presidenta del Senado?
-Es que no estoy de acuerdo con su pregunta. No creo ser una persona dura. Sí me gusta hablar claro, de ideas y convicciones. Sí, soy transparente, no tengo dobleces. Pero estoy siempre dispuesta a escuchar razones e ideas distintas a las mías. En mi labor legislativa estudio a fondo cada proyecto, consulto opiniones y voto lo que creo mejor. Cuando me he convencido, he aprobado proyectos que presenta el gobierno. Cuando he considerado que sus propuestas perjudican al país, las he rechazado. Creo que hay un sesgo con nosotras las mujeres, cuando hablamos claro y defendemos lo que creemos, somos tratadas de duras o intransigentes. Nos ha pasado a todas las mujeres que tenemos algún rol, de todo color político, que nos ponen algún apelativo negativo que en el caso de los hombres se identificaría como "liderazgo". Gracias a Dios, los tiempos están cambiando.
-¿No hay motivo de preocupación o temor sobre sus relaciones con el gobierno?
-No he visto ningún temor en el gobierno. He tenido reuniones de coordinación con el ministro secretario general de la Presidencia, tuvimos una sesión especial del Senado con el ministro Paris, otra sesión con el ministro de Justicia y han sido todos muy cordiales. Tenemos diferencias. A quién le puede extrañar que yo diga que soy de oposición si soy presidenta del Senado por un acuerdo de la mayoría de la Corporación que es de oposición al Gobierno del presidente Piñera. La función de Presidenta del Senado, la segunda autoridad política del país, es una institución republicana de la máxima importancia y yo entiendo que ser capaz de acoplar la función institucional a mantener la sinceridad hacia la ciudadanía es la mejor manera de dignificar la función que me toca ejercer.
-¿Cómo espera que sea esa relación en adelante: a) indiferencia; b) hostilidad; c) cooperación; d) juntos pero no revueltos; e) revueltos pero no juntos?
-Yo he llamado permanentemente a la colaboración. Soy humanista cristiana.