Todos los años las autoridades de salud luchaban para entusiasmar a las personas a vacunarse contra la influenza, donde bien avanzado el invierno aún quedaban rezagados, incluso con enfermedades crónicas que no se iban a inocular.

Este año es distinto, la vacuna del coronavirus, ampliamente esperada, ha generado grandes expectativas y casi la totalidad de a quienes le ha tocado inocularse a la fecha, han cumplido fielmente con ir hasta los centros de salud para recibir la dosis.

Esto por un lado ha permitido que el plan vaya avanzando de acuerdo a los planes del gobierno para lograr la inmunidad nacional a partir de junio; no obstante, ha significado un gran desafío para los equipos de salud municipales, quienes se llevan la gran carga de vacunar a 300 mil personas en un periodo de tiempo muy acotado.

El desafío de nacional ya es mirado con atención desde distintas partes del mundo, donde solo Estados Unidos ha podido mostrar un nivel similar de organización para poder inmunizar a su población, claramente con recursos mucho mayores que los de un país más pequeño como es Chile.

El desafío es tremendo para los próximos meses, pues entre más avanza la campaña de vacunación se van sumando grupos etarios más numerosos y las segundas dosis de muchos que ya se vacunaron.

El éxito de esta campaña será fundamental para poder reducir el número de personas que actualmente abarrotan las salas de cuidados intensivos en la mayoría de los hospitales, donde no solo se ha exigido a la red en materia de equipamiento y recursos humanos, sino también en el ámbito económico, por los altos costos que supone la hospitalización de personas, que solo en Tarapacá, han sido cerca de 2 mil que han debido ser internadas a causa de este virus.

Es importante que se pueda continuar con este esfuerzo y que también la población general pueda hacer lo suyo cumpliendo con las medidas que permitan reducir los contagios que por estos días siguen dando un gran trabajo al personal de salud, los que no han tenido descanso en toda esta pandemia, que ya sobrepasó el año y que no terminará en un buen tiempo.

"El desafío es tremendo para los próximos meses, pues entre más avanza la campaña de vacunación se van sumando grupos".

El retiro de la estatua del General Baquedano tiene varias lecturas y nos invita a reflexionar sobre nuestra sociedad. Es una estatua ubicada en un lugar crítico de nuestra capital y ha sido un símbolo en la historia de Chile, la cual está íntimamente ligada a nuestra Región de Tarapacá y a todo el norte de nuestro país. De hecho, el principal paseo peatonal que lleva hacia la Plaza Prat tiene su nombre.

Baquedano tuvo una vida ligada al ejército, impulsó la Academia de Guerra y participó en la guerra contra Perú y Bolivia en 1879, en la que fue Comandante en Jefe del ejército chileno en la Guerra del Pacífico. Su actuación en las batallas de Chorrillos y Miraflores fue fundamental en el resultado final de este conflicto para Chile, llegando inclusive hasta Lima. Ciertamente fue clave en que nuestro país tenga la conformación continental actual, ya que este solo llegaba hasta la cuarta región por el norte y se cortaba en fragmentos discontinuos en el sur. En otras palabras, hablamos de símbolos.

Mucha gente cuestiona las estatuas y monumentos en las plazas y lugares públicos, las que no son solo héroes militares, sino también próceres, artistas nacionales y extranjeros. Esto es porque estamos en épocas de relativización respecto de instituciones, nacionalidades y migraciones, y en donde el ser chileno es símbolo de orgullo, pero de división a la vez. No podemos olvidar y desconocer que somos un pueblo que se ha forjado gracias a héroes militares como Baquedano, Prat y muchos otros, así como también gracias a políticos e intelectuales como Andrés Bello, fundador de la Universidad de Chile y gestor del Código Civil actual, el cual era paradójicamente de nacionalidad venezolano y chileno por gracia. Olvidarnos, tergiversar y no respetar nuestra historia y sus forjadores, nos puede llevar a un espiral peligroso, reflejado por George Orwell en su libro de 1984, como una forma de manipulación de los pueblos. Ojo ahí.

Lo cierto es que vivimos en el norte de Chile, de sus riquezas naturales, de su pampa y en el borde costero, y es algo que recordamos cada vez que tenemos un conflicto con nuestros vecinos, orillándonos a defender las fronteras en el tribunal de La Haya, y es ahí en donde razonamos que estamos acá gracias a aquellos cuyos monumentos hoy están rayados en espacios públicos. Recordemos también que hay otros chilenos que están vivos y nos ayudan en medio de las catástrofes. ¿Los valoraremos algún día?

"El retiro de la estatua del General Baquedano tiene varias lecturas y nos invita a reflexionar".

Leopoldo Bailac,, Pdte. Asociación de Industriales de Iquique y El Tamarugal

Algunos reclaman porque el proceso de vacunación demanda tiempo. Es importante comprender que se trata de un inmenso operativo y que, además, es necesario vigilar al menos 30 minutos a quienes son inoculados.

Trazabilidad

En la región la trazabilidad es más baja que lo esperado y esa situación complica pesquisar los posibles casos de covid. La población debe colaborar y, en caso de ser contacto estrecho, realizar su cuarentena, por su bien y por el bien de todos los tarapaqueños.

Oncológico

Se anunció que el segundo semestre de 2022 comenzarán las obras del Oncológico. Ojalá que el proyecto avance de acuerdo a los plazos estipulados. Se trata de una iniciativa que está pronta a cumplir casi dos décadas y que tiene muchos pacientes esperando.