Retorno a clases
Tras el inicio de clases del primer grupo de establecimientos educacionales el pasado lunes, ayer lo hicieron el resto de los colegios, incluidos los de la educación municipalizada.
El retorno, en su gran mayoría, lo harán exclusivamente con clases virtuales, aunque varios recintos, entre colegios y jardines infantiles ya están probando con un sistema dual, que implica que la mitad de los estudiantes estén en aula y la otra mitad lo haga desde sus casas, intercalando semanas para reducir los riesgos de contagios.
Si bien ya existe cierto grado de conocimiento de parte de los docentes, apoderados y alumnos respecto a la enseñanza telemática, lo cierto es que es incomparable a lo que se puede lograr con la actividad presencial, principalmente cuando se trata de niños, ya que el profesor no puede tener el control y la atención de todo un curso vía remota.
En Tarapacá aún es lejana la posibilidad de que los colegios retomen a cabalidad las clases presenciales, sobre todo porque los casos locales aún se mantienen altos y deberán pasar, al menos, un par de meses más para que la vacunación pueda generar un cierto grado de inmunidad general.
Por el momento queda evaluar cuál es el resultado de las acciones de los colegios que se han atrevido a la actividad presencial, con el fin de aprender de estos y poder llevar a cabo el retorno de los demás establecimientos, en la medida que mejoren las condiciones de la pandemia.
Es importante enfocar los esfuerzos en mejorar los protocolos para dar mayor tranquilidad del retorno a las aulas y la experiencia que tengan los recintos que ya lo hicieron será fundamental para dar confianza a las comunidades educativas.
En muchos países se retornó a clases presenciales y con las medidas adecuadas se ha demostrado que ello no representa mayor complejidad que el regreso de actividades que también fueron interrumpidas.
Es necesario que todos remen hacia el mismo lado en una de las actividades más esenciales de un país, que es la educación de las nuevas generaciones, que ya tienen un vacío que será difícil de llenar en el futuro y donde muchos aprendizajes se verán afectados en el largo plazo.
"La experiencia que tengan los recintos que ya lo hicieron será fundamental para dar confianza a las comunidades".