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-¿Todo esto se agudizó con la pandemia?
-Depende. Con la pandemia se ha agudizado un poco la violencia, eso es verdad. Las bandas criminales, sobre todo las bandas narco, han aprovechado la pandemia para abrirse camino, con problemas entre ellas y con extorsiones en distintos lugares del país. La tasa de homicidios del 2020 fue un 34% superior a la de 2019, a pesar de la pandemia.
-Usted fue tres veces ministro y ha sido tres veces un nombre dispuesto a la carrera presidencial. ¿Es el tres un número mágico?
-Bueno, las dos últimas veces nunca despegaron. La posibilidad real fue el año 2009, y yo eso lo deseché porque no había cumplido mi primer período en la Organización de Estados Americanos y consideré que tenía obligaciones que no podía dejar de cumplir. Las otras veces sí he estado disponible, pero no fueron campañas que hayan evolucionado mucho.
-Esta última vez usted la retiró, ¿por qué?
-Esta vez la retiré por una razón muy simple. Porque más allá de cómo aparecía en las encuestas (no me iba demasiado bien, pero estaba allí), lo que está claro que en mi partido no tenía los votos para ser nominado.
-¿No cree en las candidaturas testimoniales?
-Sí, pero en este caso no tenía ningún testimonio que dar. Podría ser testimonial si uno representa una corriente completamente distinta de la que se está discutiendo y no era ese el caso.
-¿Y cuáles cree que son las razones para no tener apoyo en su partido?
-Eso siempre es difícil de interpretar y siempre es fácil echarle la culpa a otro. Así que prefiero decir simplemente: no tuve apoyo, y ya.
-¿Qué le parece la postulación de Paula Narváez?
-Me parece muy bien. Creo que tiene muchas posibilidades. Ha sido designada y proclamada por mi partido. Y espero que le vaya bien. Ahora, todavía es una precandidatura a la primaria de Unidad Constituyente, por lo que tendrá que enfrentarse por lo menos con el candidato radical ya proclamado, la candidata DC ya proclamada y el candidato del PPD, que va a ser elegido. Y es de esperar que levanten candidatos o candidatas otros miembros de Unidad Constituyente, como el Partido Liberal o el PRO.
-¿Habrá una o más primarias?
-Todos van a elegir su candidato y ahí habrá una primaria. Si hubiera habido más de un candidato o candidata en el PS, habría que haber hecho una elección abierta. Como es una sola candidatura no hay ese problema. A estas alturas con todas las elecciones que tenemos, tener una elección para ratificar a una persona sería un poco excesivo.
-No se logró la unidad en la lista de alcaldes del PS y la DC. ¿Es una mala señal?
-Es una mala señal. A mi juicio es negativa. Es una lástima que no se haya logrado esa unidad. Nosotros creemos que teníamos razón, pero desgraciadamente hay directivas y partidos que les cuesta hacer los sacrificios necesarios. Lo que se va a lograr es que en las comunas en que estamos disputando probablemente perdamos, aunque teníamos candidatos socialistas competitivos. Pero la DC tendrá sus razones. No voy a abundar sobre eso.
-¿Piensa que persiste en el país algo así como los tres tercios?
-Yo creo que el binominalismo terminó hace tiempo. Terminó cuando la Concertación dejó de ser hegemónica, sobre todo a la izquierda.
-En ese caso, ¿el PS estaría en más cerca del centro como Unidad Constituyente que de la izquierda?
-A mí no me gusta la noción de centroizquierda, me gusta la idea de izquierda democrática. El PS es una de las principales fuerzas de la izquierda democrática. Ese es el rol que le toca, yo siempre he sido socialdemócrata, por lo que no tenemos que buscar otra cosa. Ahora, si nos podemos reunir con la otra izquierda, yo no tengo problema en discutirlo, pero eso significa programas comunes.
-¿Esa otra izquierda es no democrática?
-No, no es que no sea democrática, es más tradicional, digamos, más apegada a los ideales del siglo XX.
-El Frente Amplio parece no dar con un candidato propio. ¿Considera que fue un error no postular a Beatriz Sánchez?
-Definitivamente fue un error. Escogió mal su alianza. Pienso que al Frente Amplio le habría ido mejor solo. Ni siquiera estoy diciendo que le habría ido mejor con nosotros; por cierto, creo que le habría ido mejor con nosotros también. Pero hasta solo le habría ido mejor de lo que le va a ir.
-Más allá de la presunción de inocencia, ¿piensa que se verá perjudicado Daniel Jadue por los casos de corrupción que se investigan?
-Todo el mundo se ve perjudicado cuando se dicen cosas malas de uno. Esa es la injusticia. Porque finalmente basta con que se hagan afirmaciones para que haya sombras de duda. Jadue no ha sido interrogado todavía por el juez, ni siquiera como testigo. Yo soy un obsesivo defensor de los derechos de las personas y él tiene derecho a la presunción de inocencia. Y las publicaciones contra él no le están respetando ese derecho.
-¿Cómo ve el panorama al frente, en la derecha? ¿Lavín corre solo?
-No, no creo que Lavín corra solo. Pienso que van a haber otros candidatos, particularmente en la UDI. Me parece que Mario Desbordes no se bajó en el momento oportuno del gobierno: probablemente debió o no haber entrado al gobierno y hacer campaña en el parlamento o haberse quedado más tiempo en Defensa. Es una decisión de él: tendrá sus razones. Va a ser una cosa peleada en la derecha, pero tendrán una primaria para mantener su unidad. Es alarmante el acuerdo con José Antonio Kast, creo que fue una mala opción, porque la extrema derecha tiende a pesar en estos casos. Lavín ciertamente tiene la ventaja, pero no es toda la ventaja, y Lavín ha tenido la ventaja muchas veces.
-¿Qué le parece el nombre de Ignacio Briones como candidato por Evópoli?
-Creo que, en ausencia de Felipe Kast y de Hernán Larraín, es el nombre más obvio de Evópoli. Lamento que su decisión de postular muestre la ansiedad de los políticos de su generación de hacer todo a la carrera, sin etapas ni maduración alguna. Hace un año y medio era un desconocido, desinteresado por la política; ahora es candidato. Una lástima: creo que más pausadamente pudo ir más lejos.
-¿Piensa que las coaliciones fueron buenas para el país?
-No sé bien si es así o no. Pero para el sistema de gobierno que tenemos, sí. En el sistema de gobierno que tenemos, para poder gobernar en un régimen presidencial rígido como el nuestro, se requiere un programa común y se requiere un acuerdo muy claro respecto a cómo se va a gobernar. Ese fue el problema que tuvo la Nueva Mayoría: no tenía eso. Mucha gente olvida que hasta 1973, sin contar la elección de 1973, hasta las elecciones anteriores, cada partido llevaba sus propios candidatos y se elegían por cifra repartidora simplemente: no iban los comunistas junto con los socialistas o democratacristianos en una misma lista, iban en listas separadas. Un sistema de ese tipo puede ser interesante cuando tenemos un régimen semipresidencial o parlamentario, porque ahí las coaliciones se forman después de la elección y no antes, allí es forzoso tener mayoría, y si no, hay elecciones de nuevo. En tal caso, de volver a ese sistema, habría seguramente menos partidos y más posibilidades de formar coaliciones, en la medida de que todo el mundo esté de acuerdo.
-¿Cómo ve que avanza el proceso constituyente?
-Normal. Estamos a la espera de la elección de los constituyentes y pronto tendremos más discusiones acerca de los contenidos de la Constitución. Todos los días me invitan y me llaman, y no puedo ir porque la gente se olvida que uno tiene que trabajar como parlamentario, a todo tipo de reuniones y un webinar muy importante, y un panel y un conversatorio, y otras cosas (son palabras que se han puesto de moda) para discutir sobre el trabajo en la Constitución, la salud en la Constitución, las relaciones exteriores o la seguridad pública en la Constitución, etc. Pero son todavía discusiones intelectuales; no llegan todavía a la gente.
-¿Qué espera que se alcance con la nueva Constitución en término concretos entonces?
-Eso dependerá mucho de quiénes predominen en la Convención. Espero a que se apunte a lo que nosotros llamamos un Estado social y democrático de derecho, en que esté fortalecido a la vez el régimen democrático, la gobernabilidad efectiva del país y los derechos de las personas.
-¿Basta la Constitución para aliviar las tensiones sociales?
-No. Si antes de fin de año tenemos reforma de pensiones y reforma tributaria, eso ayudaría mucho la posibilidad de aliviar las tensiones.
-¿Será problemática la cantidad de elecciones que tendremos este año, considerando la situación pandémica?
-Ya lo creo. Cuando se fue a votar por el Apruebo o Rechazo, se marcó una opción. Los que van a votar ahora en la primer elección van a marcar cuatro y en algunos votos van a tener que buscar su candidato entre una cantidad bastante importante de posibilidades.
-¿Usted será otra vez candidato a algo?
-No. Yo soy senador y no es compatible con nada más. Y en mi partido se elige mesa pronto, pero no voy a postular tampoco.
-Después del Senado, ¿qué va a hacer?
-Supongo que voy a jubilar ya. Porque voy a llevar como 60 años en la política.
-¿Y tiene pensado algún hobby para entonces?
-En realidad, no. Pero, mire, yo estoy en esto desde siempre, así que seguramente, algo de política habrá. No me pienso retirar y estaré mirando siempre en lo que se puede contribuir en cada momento.