Vamos de nuevo

En los últimos días dimos inicio a una nueva cuenta, hoy todos los calendarios se reiniciaron a las 00:00 Hrs, para darle la bienvenida al 2021. Son muchas las sensaciones que dejó el 2020, hay quienes estaban desesperados porque terminara, otros quedaron sin expectativas, muchos otros están frustrados por no haber alcanzado las metas planteadas, en fin, son diversas las reacciones al despedir y al recibir un nuevo año.

Realmente el 2020, fue un año difícil e inusual, pareciera que se hubiese suspendido hasta nuevo aviso, todo el ritmo de vida cambió, lo que era común, como un beso y un abrazo, se convirtieron en armas peligrosas, ¡el mundo se detuvo! Pero de algo estoy seguro, y es que fue un año muy aleccionador, porque nos enseñó a valorar la libertad, a nuestra familia, amigos, trabajo y todos los detalles que pasábamos por alto. Y aunque todavía veamos un panorama complicado a nuestro alrededor, no dejemos de agradecer porque estamos vivos, y tenemos 365 nuevas oportunidades.

Empezar un nuevo año no significa un cambio de vida automático, pero si una instancia para reiniciarnos y volver a comenzar. La buena noticia es que hay promesas del Creador para cada día, lo dice su Palabra en Lamentaciones 3:23: ¨Cada mañana se renuevan sus bondades; ¡muy grande es su fidelidad!¨. Entonces, nuestra tarea para este año, es creer y disponer nuestro corazón a la voluntad del Soberano Dios, pero además, tomar una decisión personal de hacer las cosas diferentes, puesto que, esto determinará el destino de los días que están por venir.

Mi invitación para este 2021, es que renuncies a los temores, a que pensemos antes de hablar, a vivir en integridad, a respetar los derechos de otros, a valorar cada momento con los nuestros, pero sobre todo, a ser agradecidos de Dios por lo que hizo, hace y hará. Por mi parte, ¡Les deseo un buen y bendecido año para todos!

"Realmente el 2020, fue un año difícil e inusual, pareciera que se hubiese suspendido hasta nuevo aviso, todo el ritmo de vida".

Pastor Félix Orquera, Ministerio Internacional, Jesús Es El Rey, informaciones@jesuseselrey.org

Este mes la Contraloría mostró que CENABAST eliminó más de $3.300 millones en medicamentos en el período comprendido entre el 1 de enero de 2017 a diciembre de 2018. No obstante, esta no es la primera vez y, probablemente, no sea la última. Ya que en otras ocasiones la CENABAST ha anunciado cambios y han seguido existiendo pérdidas. Incluso, en este último evento se señaló que "la entidad no cuenta con información contable íntegra y confiable".

El problema de la confianza es que es como un vaso de vidrio: si se quiebra es posible volverla a unir, sin embargo, nunca quedará igual.

La CENABAST ha estado en la palestra por su ley homónima, la cual busca aportar en aumentar el acceso a medicamentos a través de las farmacias independientes. Pero el objetivo de mejorar el acceso se ve truncado por estos incidentes donde se pierden miles de millones, los cuales podrían aportar al acceso a medicamentos a la población, especialmente en el sistema público donde se atiende la mayor parte de la población.

Jorge Cienfuegos

Académico Escuela Química y Farmacia U. Andrés Bello

Hace un tiempo, escribí una columna, en la que intenté reflejar la gran pena familiar que vivimos, cuando nos tocó la dificilísima situación de optar por la vida o la partida de nuestra gatita Navidad.

Tenía más de 18 años, los mismos que pasó con nosotros, desde que llegó a la puerta de nuestra casa, sus dolencias no le permitían vivir su vida, y tras una conversación con su veterinario, las opciones eran mantenerla con vida, casi inconsciente, intubada en la clínica o evitarle más sufrimientos y hacerla dormir para que descansara.

Qué difícil momento, para la familia, no se lo doy a nadie y los que lo hayan vivido, nos entenderán perfectamente.

Todo lo anterior es para condenar en forma enérgica, la actitud de una persona que en Castro, en nuestro sur, lanzó al mar a un perrito, no voy a decir más, solo me quedo con la expresión del rostro del desafortunado animalito que muestra la foto, como sabiendo lo que vendrá, casi igual, a la expresión de nuestra gatita Navidad, cuando la vimos con vida, por última vez.

En nuestro caso, tomar la decisión por la vida o la muerte de nuestra Navidad, fue muy dolorosa y aún la recordamos, pero por lo que muestra la foto, para la persona que tira al mar al perrito, fue como tirar un desecho a la basura, ojalá que pase algo, para que nunca olvide su atrocidad.

Luis Enrique Soler Milla