OPINIÓN
FAO: cooperación contra el hambre
El 16 de octubre se conmemoró el Día Mundial de la Alimentación y 150 países celebraron, además, el 75º aniversario de la FAO. Esta conmemoración llegó en un momento particular, dado que muchos países están haciendo frente a los efectos de la pandemia. En este contexto, FAO hace un llamado a la cooperación internacional y la solidaridad para garantizar la mitigación a las amenazas que plantea la enfermedad para la alimentación y la agricultura.
El lema para esta ocasión es "Cultivar, nutrir, preservar. Juntos", y hace referencia a que las acciones deben ser llevadas a cabo en colaboración con otros países, el sector privado y la sociedad en su conjunto, para garantizar que los sistemas alimentarios, responsables de la producción y distribución puedan cultivar una variedad de alimentos para nutrir a una población en crecimiento.
El director general de la FAO destacó la importancia de la innovación y la cooperación internacional e intersectorial. Se debe trabajar con todos los socios (entidades hermanas de la ONU, gobiernos, el sector privado, ONG y el mundo académico), en pos de uno de los objetivos más nobles que es también la razón de ser de la FAO: acabar con el hambre y la malnutrición.
La FAO ha aprendido que no basta con producir alimentos, sino que también es importante que los sistemas alimentarios sean sostenibles y para todos; las circunstancias del momento que vivimos han puesto de nuevo sobre la mesa un debate que la FAO y otros organismos llevan tiempo impulsando: la necesidad de repensar los modelos de producción alimentaria, de la perspectiva de la sostenibilidad, identidad cultural, social, económica y medioambiental.
En un reconocimiento al trabajo de la organización, de todos los héroes (agricultores, procesadores, transportistas, vendedores, voluntarios, cocineras, entre otros) y en especial a los trabajadores del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de Naciones Unidas, fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz.
FAO quiere estimular la reconstrucción de un sistema alimentario que esté enfocado en mejorar la alimentación de todos. Reduciendo desperdicios de alimentos; innovando a través de tecnologías y big data para una mejor producción, nutrición, medioambiente y medios de vida, creando políticas públicas que permitan reducir la malnutrición en Chile y evitar un alza del hambre.
Aumentan líderes comunitarios, anónimos, para alimentar a grupos vulnerables, innovadores, que usan la tecnología y nuevas metodologías por la seguridad alimentaria y a quienes velan por iniciativas que hacen a la alimentación más sostenible, por el medioambiente y las personas. Esto debe ser un eje importante en nuestra nueva constitución.
"Es un reconocimiento al trabajo de la organización..."
Caterina Alvarado, Chef