"El retiro de fondos equivale a iniciar un viaje al norte dirigiéndose al sur"
El abogado explica en detalle cómo afectaría un segundo retiro del 10% a los actuales y futuros pensionados, critica la decisión política de llevarlo adelante y asegura que favorecería a quienes más recursos poseen.
Por Patricio Tapia
El segundo retiro de 10% de fondos de las AFP fue aprobado en la Cámara de Diputados de manera arrolladora y varios senadores de Chile Vamos han dicho que están dispuestos a votar a favor. Pero este miércoles el Gobierno ingresó un proyecto alternativo de retiro, más restringido y considerando el pago de impuestos. Hasta este viernes, ninguno de los dos proyectos sumaba la cantidad de votos necesaria como para ser aprobados.
El abogado Alejandro Ferreiro, ex superintendente de Pensiones de Ricardo Lagos Escobar y exministro de Economía de Michelle Bachelet -entre otros cargos públicos-, cree que la idea de los retiros desde los fondos previsionales es derechamente una mala política.
-Usted fue un decidido detractor del primer retiro. Un segundo retiro, ¿sería una idea igualmente mala, mejor o peor?
-Retirar fondos de pensiones para consumo presente es una contradicción total con la lógica previsional. Para tener buenas pensiones necesitamos hacer un esfuerzo hoy para tener ingresos mañana. Lo que estos retiros hacen es aumentar ingresos hoy sacrificando las pensiones del mañana. Adicionalmente, no es para nada obvio que las condiciones sociales hoy hayan empeorado respecto de la situación de mediados del invierno. Por el contrario, las cifras de la pandemia, de la movilidad social y del empleo muestran mejoras. En ese contexto, no deja de sorprender que quienes propusieron un primer retiro "excepcional y por una sola vez", insistan en un segundo retiro y ya anuncien un tercero. Retirar fondos es popular, porque siempre lo es anticipar gratificaciones y postergar esfuerzos, pero es una muy mala política que los pensionados de Chile pagarán caro en las próximas décadas.
-¿Es regresivo?
-Cada vez coinciden menos los sectores más afectados por la pandemia con aquellos que pueden retirar fondos de su AFP. El presidente del Banco Central expuso cifras que muestran que el 20% de mayores recursos retira montos seis veces superiores a los del 20% de menores ingresos. Si el retiro es sin impuestos, el problema se agrava y se transforma en un incomprensible ofertón tributario para los más ricos. La mayoría de los trabajadores informales que alguna vez cotizaron ya retiraron sus fondos y, siendo los más afectados hoy, no tendrán solución por esta vía. Por último, el retiro de fondos de los ya pensionados no tiene fundamento: no han sufrido merma en sus ingresos y tendrán que pagar muy pronto la caída proporcional de sus pensiones ya muy bajas.
-Los efectos de mayor activación económica del primer retiro, ¿no compensaban sus efectos negativos?
-Son planos distintos. Evidentemente, el retiro de fondos tiene un efecto reactivador y pone plata en el bolsillo de millones de chilenos que lo necesitan o prefieren disponer hoy de liquidez adicional. Ello ayudó a amortiguar la recesión generada por la pandemia. Desde una perspectiva de corto plazo se puede pensar que los costos en pensión son compensados por menor recesión y penurias hoy. Yo no lo creo así, pero acepto que muchos piensen lo contrario. Pero si en verdad nos tomamos en serio el argumento de que el retiro es para resolver problemas de los afectados por la pandemia, entonces debiésemos responsablemente diseñar el retiro con ese fin: que solo retiren los trabajadores activos que han perdido ingresos, que las rentas más altas paguen impuestos, que los que puedan devolver el retiro así lo hagan. Eso no puede ser visto como "letra chica", sino como un mínimo de responsabilidad sobre el futuro de las pensiones.
-¿Ahora quienes lo necesitan no tienen recursos en las AFP y quienes sí los tienen no lo necesitan?
-Buena parte de los más necesitados ya retiraron lo que tenían. Especialmente aquellos con escasas cotizaciones y bajos saldos en sus cuentas. Cada vez más será más grande la brecha entre los realmente necesitados y los que puedan retirar y lo hagan. La falta de foco es un problema cuando los recursos escasean y, especialmente, cuando las medidas tienen costos grandes para el futuro. El retiro tendrá costos para quienes vean disminuir sus pensiones, y aumentará el pasivo del Estado para compensar ese efecto. Entonces, y si sabemos los costos que eso tendrá, ¿por qué insistir en retiros universales, incluso para quienes no lo necesitan?
-Según la Superintendencia, de haber segundo retiro más de cuatro millones de personas quedarían sin saldo.
-El segundo retiro será menos "social" que el primero, y más regresivo, si es que se insiste en eximir de pago de impuestos. Agudizará la división entre quienes tienen cobertura previsional y los que quedaron fuera (con saldo cero). Esto obligará a que en el futuro el peso de las pensiones financiadas por el Estado aumente. Obviamente, el nivel de esas pensiones dependerá de la salud de las finanzas públicas, y nada de lo que está ocurriendo ahora ayuda a ser optimistas al respecto. Por lo demás, si queremos pensiones relativamente proporcionales a los ingresos percibidos durante la vida activa, eso debe financiarse con cotizaciones. Al Estado le corresponde garantizar un mínimo común de subsistencia, y eso estará, con certeza, debajo de las expectativas de la clase media. Por eso es tan grave destruir la lógica de financiar pensiones mediante cotizaciones, que es lo que ocurre cuando el esfuerzo de haber cotizado se desvía de su finalidad y termina financiando el consumo del presente.