Camila Infanta.

Algunos no leyeron bien la invitación y pensaron que era un taller casi para "liberar tensiones de la pandemia". Otros lo dudaron y analizaron si serían capaces de hacerlo, pero tomaron el desafío de todas formas. La Universidad de Chile envió a sus académicos, de diferentes facultades, la invitación de realizar rutinas de stand up con temas científicos. Es decir, acercar la ciencia a un público masivo y que en el mejor de los casos, hicieran reír. La propuesta ya es una realidad y comenzó ayer a presentarse en la Semana de la Ciencia que se extiende hasta este domingo 15 de noviembre.

"Lo que buscamos es despertar la curiosidad por la ciencia y la tecnología. El festival es una invitación a sorprendernos con la presencia de la ciencia en nuestra vida cotidiana y cómo ella nos aporta a un mejor vivir", explica Sandra Rojas, directora del Proyecto Explora RM Sur Poniente de la U. de Chile, organización a cargo de la iniciativa.

Y es que la temática va desde cuándo preocuparse en emergencias médicas, hasta qué es la física y cómo mide el tiempo la geología.

¿hacemos un grupo?

Valentina Flores disfruta del humor, aunque del stand up dice que no conocía más que lo mucho que la hace reír Javiera Contador y su reciente presentación en el Festival de Viña del Mar.

La profesora de Geología U. de Chile recibió la invitación hace algunos meses y tomó las dos clases que se ofrecían con los argentinos PODER, un grupo de standuperos científicos que da vuelta al mundo con sus temáticas. "Varios desertaron en el camino, pero otros nos quedamos. Ya en la primera clase tuvimos la tarea de armar una rutina con las preguntas típicas que nos hacen relacionadas a nuestras profesiones en clases e ir mezclándolas con anécdotas, pero entregando información específica. Fue entretenido", cuenta.

Así nació la rutina que Flores presentará en el festival. Dura cinco minutos y tratará de explicar de forma lúdica lo que es el Paleoclima, una disciplina que explica cómo reconstruir la intensidad del viento a partir de granos de arena. El tema se suele entregar en la carrera de geología como una especialización, como parte de sedimentología.

"No es que me quiera dedicar al stand up, más bien lo vi como una herramienta pedagógica. A mí me gusta entregar información, me gusta la difusión científica en un lenguaje amable. Encuentro que hablar con palabras complicadas es como de quebrado no más, y por eso me interesé en este proyecto", detalla la académica.

Manuel Leiva va un poco más allá. Si bien comparte con Flores el beneficio de explicar la ciencia en un lenguaje más simple, él con la invitación abrió un mundo que desconocía y que no descarta que pudiera hacerse de forma permanente: los stand up científicos.

"Sería interesante seguir en un grupo como el de los argentinos. Ellos van de gira, son de varias universidades y de alguna manera acerca la ciencia, me interesa harto algo así", confiesa.

Cuenta que cuando le llegó la invitación pensó que era una "extra programática", pero cuando lo hizo se entusiasmó.

"Como buen ñoño, me puse a estudiar, bajé libros, vi videos y me dediqué a ver la estructura de estas cosas. Empecé a revisar en internet de distintos festivales de ciencia y hay de todo, es impresionante", dice.

El profesor de Química de la universidad desde el año 2002 realizó una rutina de poco más de 5 minutos sobre la contaminación atmosférica. "Cuento algunas tallas y cosas, espero que haya salido entretenida", cuenta.

"En la primera clase tuvimos la tarea de armar una rutina con las preguntas típicas que nos hacían".

Valentina Flores, profesora de geología

Algunos niños han olvidado comer con cubiertos y otros han vuelto a usar pañales a medida que la pandemia de coronavirus y los cierres de las escuelas que provocó causan estragos en el aprendizaje de los pequeños. Así o aseguró ayer el organismo de control de la educación de Gran Bretaña.

La Oficina para los Estándares Educativos, Servicios y Habilidades para Niños, mejor conocida como Ofsted, publicó cinco reportes basados en lo encontrado en más de 900 visitas a proveedores de educación y atención social en todo Inglaterra desde septiembre. Algunos de los niños más afectados por las interrupciones ocasionadas por la pandemia fueron aquellos en sus primeros años de educación con padres que trabajan, quienes "experimentaron el doble golpe de menos tiempo con sus padres y menos tiempo con otros niños", dijo Amanda Spielman, inspectora de la oficina.

Spielman comentó que los profesores reportaron que algunos estudiantes que ya habían sido entrenados para ir al baño volvieron a necesitar usar pañales y "otros olvidaron algunas habilidades básicas que habían dominado, como comer con cubiertos, sin mencionar la pérdida de los primeros progresos en palabras y números". Entre otros pequeños, algunos se habían rezagado en matemáticas, tenían problemas con la alfabetización y concentración o perdieron condición física.